Después de la tempestad que vivió en 2017 el sector de infraestructura del país, por fin este año regresó la calma. Lo hizo de la mano de las entidades financieras nacionales y extranjeras que han contribuido a la financiación de la mitad de las obras planeadas. Por eso, el cierre financiero de la transversal del Sisga, una obra que conectará la capital de la república con los Llanos Orientales, se convirtió en todo un motivo de celebración.Se trata del proyecto número 15 del programa de autopistas de cuarta generación (4G) que alcanza las garantías de recursos necesarios para ejecutar sus obras. Con este cierre financiero, se confirma que la mitad de las 30 obras adjudicadas como parte del programa de construcción de infraestructura más ambicioso en la historia del país tienen recursos para ejecutarse.Le sugerimos: Obras por impuestos, la revolución para el posconflictoLa noticia resultó muy alentadora, pues el año pasado el escándalo de corrupción de Odebrecht frenó proyectos en los que la constructora brasileña tenía incidencia directa como la Ruta del Sol tramo 2 y la navegabilidad del río Magdalena (que no son parte del programa 4G). Y también provocó incertidumbre y desconfianza en la banca, que congeló los cierres financieros de los proyectos 4G.Hasta finales del año pasado, tan solo ocho proyectos de la primera ola habían asegurado los recursos. Sin embargo, con la retoma de la Ruta del Sol 2 por parte del Invías, pudieron adelantar pagos a trabajadores, proveedores y parcialmente a los bancos.La Ley de Infraestructura dio otro impulso. En efecto, estableció reglas de liquidación en el caso de nulidad en este tipo de casos –cuando se pruebe corrupción por parte de los encargados de la concesión–, con el fin de proteger a estos terceros, y permitió que la confianza retornara al sector. Por eso, ya se han hecho siete cierres adicionales en los últimos seis meses.Dimitri Zaninovich, presidente de la ANI, espera que se efectúen entre 6 y 8 cierres adicionales durante lo que resta del año para terminar 2018 con alrededor de 21, que son precisamente los proyectos que ya están en etapa de construcción.Le recomendamos: Amables "sugerencias" del Fondo Monetario Internacional al presidente que vendráEl cierre financiero para la construcción de la Transversal del Sisga incluyó un contrato de crédito por 575.200 millones con la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), el Fondo de Deuda Sénior para Infraestructura en Colombia CAF-Ashmore, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) de España y la compañía de gestión de inversiones BlackRock. Concretarlo muestra la importancia que tiene la entrada de la banca internacional y de nuevos jugadores como los fondos de capital privado, entidades multilaterales y de fondos de deuda, como financiadores de las 4G. Hasta el momento, los bancos internacionales habían contribuido con el 15 por ciento de la financiación de las 4G, pero en estos nuevos cierres alcanzan hasta el 40 por ciento o más de los proyectos.Para Zaninovich, la llegada de inversionistas internacionales de Australia, Austria, China, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Israel, Portugal y Reino Unido, así como la presencia en los cierres de las principales firmas del mundo como Goldman Sachs, JP Morgan, Sumitomo Mitsui, Credit Agricole, CDPQ de Canadá, Natixis New York Branch y el BID, entre otros, demuestra la confianza en el país y en el programa 4G.Además, el cierre muestra el innovador papel que puede cumplir el mercado de capitales y la efectividad de los mecanismos de financiación creados, entre ellos, la posibilidad que dio el Banco de la República para que la banca internacional pueda prestar directamente en Colombia en pesos. También confirmó el papel fundamental que viene cumpliendo la FDN como gran canalizadora de los recursos hacia las 4G.Con esto, la inversión en 4G se ha reactivado. Este año se invertirán en estos proyectos cerca de 7 billones de pesos adicionales, lo cual representa un notable crecimiento frente a los 4,9 billones invertidos en 2017 y los 1,88 billones de 2016. No hay un sector en la economía que efectúe hoy este tamaño de inversiones. Por esto, se espera que a partir del segundo semestre el crecimiento de la economía sienta un mayor impacto de esta inversión. Según Fedesarrollo, el máximo aporte llegaría entre 2020 y 2022, pues hay que recordar que estos son proyectos a 30 años, de los cuales han transcurrido 4 y en estos años se dará la mayor construcción.Le puede interesar: Minería, en su laberinto“Esto no tiene reversa y apenas está empezando su impacto”, afirma Germán Cardona, ministro de Transporte. Recuerda que estos proyectos no solo tienen adelantados los temas de consultas previas, licencias ambientales y predios, sino que tienen garantizadas vigencias futuras por más de 80 billones de pesos. “Eso se hizo sin dejar hipotecado al nuevo gobierno”, afirma.En estos puntos coincide Juan Martín Caicedo, presidente de la CCI, gremio del sector de la infraestructura, quien destaca la fuerte institucionalidad creada y enfatiza que en 4G el nuevo gobierno debería seguir fortaleciendo la gestión contractual en la ANI, para administrar la larga vida de estos contratos.Además, hay que pensar en las vías secundarias y en continuar con el Plan Maestro de Transporte 2025-2030, en el cual ya hay 19 proyectos con estudios y diseños, que implicarían inversiones por 10,5 billones de pesos. No obstante, como es obra pública, si no hay espacio fiscal, el nuevo gobierno debería realizar los estudios de otros 13, lo cual costaría 230.000 millones de pesos porque, para Caicedo, “ya hay una hoja de ruta, hay que seguirla y seguir haciendo las preinversiones y estudios necesarios”, afirma.Pero no solo las 4G están en marcha. Según Zaninovich, están estructurando más de 17 proyectos como la vía Puerto Salgar-San Roque, la nueva malla vial del Valle del Cauca, Villeta-Guaduas, Pereira-La Victoria, Accesos Norte 2 y la ALO sur, entre otros. Todo ello para que el próximo gobierno pueda salir rápidamente a licitar y continuar con esta revolución de la infraestructura.