El comportamiento de la economía durante el primer trimestre del año fue del 1,4 por ciento, según la corrección que hizo el Dane en esta última entrega del informe del PIB en el país, cuando en principio se hablaba del 1,1 por ciento. La agricultura fue uno de los sectores que más contribuyó a esa corrección. Actualmente la economía colombiana sufre un desplome significativo que alcanzó la cifra del -15, 7 por ciento producto de la falta de activación en el sector causado por la pandemia.

La cifra del Dane no se alejó de las perspectivas realizadas por los centros económicos que apuntan a que el deterioro del sector estaría entre el -10 o -15 por ciento. De hecho, el Banco de la República apuntaba a un -16 por ciento.

Sobre esta caída del PIB y sus implicaciones, Semana Noticias habló con Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco; Sandra Forero, presidente de Camacol, y Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi.

Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, cree que la caída del PIB genera un alto impacto en el consumo de los hogares y, aunque aplaude las medidas de algunos mandatarios locales que han reactivado el sector en diferentes ciudades, cree que falta acelerar más en otras regiones del país: “La caída histórica tiene unas consecuencias no solo económicas, sino sociales, de grandes dimensiones. Refleja que el sector empresarial no ha sido productivo y no ha podido lograrlo en la lenta recuperación gradual. Su desempeño no crece ni se sostiene. La tasa de desempleo del 20 por ciento demuestra que este segundo trimestre, donde junio era la esperanza de reactivación la economía, no pudo arrancar”.

Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi, resaltó la problemática que atraviesan los productores del sector que representa: “En el caso del sector avícola se redujo la oferta del pollo al 18 %. Los cierres por localidades o barrios significa que los productores no pueden vender, sino que deben asumir las pérdidas, cómo está pasando con los productores de huevo que están vendiendo por debajo del costo”. Moreno está convencido de que en el caso del huevo solo se verá el ajuste de producción hasta el próximo año, debido al ciclo de producción de huevo.

Sandra Forero, presidente de Camacol y quien representa el sector de la construcción, cree que el reinicio de la economía puede ser positivo mientras se aumenta el volumen de actividades: “Esto es un sistema que requiere un engranaje. Para sacar adelante la economía no solo hay que pensar en medidas sectoriales, sino transversales. Hay que reiniciar protegiendo la salud. Tienen que moverse ya las actividades que todavía no han salido”. Además, habló de la gradualidad en manos de los alcaldes, a quienes les pidió que se pongan en modo ‘reactivación‘, sin cerrar fronteras y permitiendo el transporte de carga.

Los tres presidentes gremiales coinciden en que hay una desarticulación entre los gobiernos locales y departamentales con el nacional. Creen que las decisiones van en contravía de la economía y son contraproducentes como los toques de queda: “Eso es manifestar el poder del alcalde, en un escritorio, de encerrar una población. Hay que replantearse para dar un timonazo al manejo de la crisis. Hay que tener equilibrio para no tener más consecuencias sociales”, aseguró Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien además criticó fuertemente los toques de queda y aseguró que "nos estamos quedando en el peor de los mundos, con la cuarentena más larga y los contagios que avanzan de manera alarmante”.

La caída de comercios y restaurantes alcanza el 34 por ciento. Esos dos sectores, junto con el de reparación de vehículos, transporte, manufacturación y construcción, representan 11,8 puntos porcentuales de la caída del PIB.