Desde hace algunos meses, el sector cafetero colombiano se encuentra en crisis. Aunque el café es un producto de exportación insignia en el país, lo cierto es que los productores de este grano no pasan por un buen momento.
Las alzas en los precios de alimentos y la variación constante del dólar ha producido grandes pérdidas en los cafeteros que comercializan los sacos de café en el mercado internacional. Solo en el primer semestre del 2023, los precios de este alimento subieron más de 15%.
En la mañana de este martes 10 de octubre, una agremiación de trabajadores y productores del grano publicó una carta dirigida al Gobierno, en la que expusieron las problemáticas que viven actualmente y la necesidad de que la administración Petro actúe rápido para evitar consecuencias mayores.
A través de su cuenta en X, el grupo de cafeteros denominado Unión de Cafeteros de Colombia publicó un comunicado asegurando que aún no llegan soluciones a la crisis cafetera que se vive, advirtiendo que continuarán con las acciones justa de protesta.
En el documento afirman que con antelación presentaron al Gobierno sus peticiones el pasado 17 de agosto, día en que fueron ratificadas con la marcha cafetera de Armenia. Sin embargo, aún no conocen una respuesta a ese pedido.
“Es sabido que urge la inyección de más de $ 600.000 millones del presupuesto nacional o de regalías para el Fondo de Estabilización de Precios, para que 550.000 familias dejen de entregar la cosecha a pérdida, de la que ya se ha recogido cerca del 50 %”, dicta la misiva.
Además, ese grupo de cafeteros pide un apoyo al Gobierno de 2 centavos de dólar por libra de la contribución cafetera, con el fin de que en un corto plazo se destine este dinero al mismo Fondo para robustecerlo.
Recuperar el mercado interno: el pedido de la UCC
También apuntan a que se debe desarrollar una estrategia para recuperar el mercado interno, que está copado por dos millones de sacos de café importado y de mala calidad. “Para ello se deben activar las salvaguardias comerciales de protección con un arancel del 70 %, como lo tiene Colombia declarado ante la OMC”.
Aseguran además que las importaciones de café aminoran el precio interno, por lo que ponen en riesgo a los cafetales colombianos y estos no tienen garantizada la inocuidad para los consumidores.
Finalmente, apoyan una de las ideas del actual mandatario, Gustavo Petro, que buscaría reestructurar la Federación Nacional de Cafeteros. Aseguran que la concentración burocrática y la dilución de mecanismos de elección democrática en esa organización ha producido el marchitamiento de diferentes programas cafeteros.
Concluyen asegurando que es indispensable una nueva capitalización de las cooperativas cafeteras, que se “han olvidado por la errónea política comercial de la Fedecafeteros”.
“Mientras no se den estas soluciones, la Unión de Cafeteros de Colombia UCC continuará organizando acciones de justa protesta, pues se trata de la existencia del primer renglón agropecuario del país”, finaliza la carta.
¿Cómo se ha transformado la Federación de Cafeteros?
Pese a que la agrupación de cafeteros anteriormente mencionada pide una transformación de la Federación Nacional de Cafeteros, lo cierto es que este cambio ya inició desde hace algunos meses, cuando Germán Bahamón llegó a la gerencia de esa agremiación.
De acuerdo con un comunicado de esa Federación, que es el representante oficial de los cafeteros en Colombia, se han reducido cerca de 20% los gastos de la sede de Bogotá.
Además, se han eliminado 7 cargos directivos y se ha instruido acerca de la eliminación de gastos superfluos como afiliaciones a clubes sociales y suscripciones de televisión entre otros.
“La transformación de la FNC protegerá a los empleados quienes son el activo más importante de la gremialidad, pero no se detendrá en el deseo expresado por el cafetero de austeridad y eficiencia”, precisa el gremio.