En varios sectores empresariales hay alerta porque el Acuerdo 0010 de 2023 del SENA, que actualizó el listado de oficios y ocupaciones, y generó polémica, tendría graves consecuencias para las empresas.
Según le contaron a SEMANA líderes de distintos gremios, entre los que se encuentran el de aseo, calzado, transporte de pasajeros, automotores, entre otros, podría asfixiar sus compañías por varias razones. El argumento central es que el SENA, al ampliar el número de oficios, exige que se tenga que incrementar el número de aprendices a contratar. El abogado Carlos Salgado, consultor jurídico de sectores afectados, explicó que el acuerdo anterior “no contaba con tantos oficios” y eso modificó la relación entre aprendices y número de trabajadores.
Salgado puso un ejemplo con una compañía de 2.000 trabajadores, de los cuales 60 son administrativos. Con el acuerdo anterior, el número de aprendices del SENA debía de ser de tres; sin embargo, con la modificación pasarían a ser 100, es decir, 97 más. La explicación es que el nuevo acuerdo hace que se pase de un aprendiz por cada 20 empleados administrativos, a uno por cada 15 empleados, incluidos los operativos.
El incremento tiene implicaciones. Por un lado, no se trata de empleados con conocimientos especializados, sino de aprendices que tienen bases en el tema, pero que apenas están arrancando su vida laboral, por lo que los empresarios señalan que podría afectar la productividad.
David Rodríguez, presidente de Fedecalzado, y quien alguna vez fue aprendiz de esa institución, aseguró que poco se están capacitando en su sector. “Se olvidaron de la mano de obra, que realmente hace muchos años era un apoyo grandísimo”, reclamó.
Los líderes de los gremios dicen que otro problema con la nueva norma es que, si no se cuenta con ese número de aprendices, que es muy alto para cumplir, tendrán que pagar un tributo llamado monetización. Para el mismo ejemplo de una empresa de 2.000 personas podría llegar a ser de 130 millones de pesos.
“El sector se vería altamente afectado, un 80 % de las empresas tendría que pagar este tributo. Entrarían en quiebra”, reclamó Mónica Moncada, directora comercial de Fenaseo. Según explicó, su margen de utilidad es cercano al 1,8 %, por lo que se le iría en gran parte a cubrir ese impuesto. “Para poder cumplir con la cuota SENA, tendríamos que despedir el 50 % de nuestros empleados”, advirtió.
Otro lío adicional con el nuevo acuerdo son las condiciones salariales diferenciales entre un aprendiz con otros empleados o practicantes. A eso se le suma que, en medio de la discusión de la reforma laboral, fue aprobado en segundo debate el artículo 23, que aumenta los beneficios y la monetización de los aprendices del SENA, cargando más a las empresas.
Cristian Halaby, vocero de la Mesa de Empleo y Productividad y presidente de la Cámara Ambiental del Plástico, alertó que el panorama para las medianas y pequeñas empresas, que son la mayoría del país, es peor. “Podría conllevar a pérdida de empleos”, aseguró.
Los empresarios ya han conversado con el director del SENA, Jorge Londoño, sin embargo, no han encontrado soluciones de fondo hasta el momento. SEMANA buscó a Londoño para responder estas dudas, pero hasta el cierre de esta edición no contestó las llamadas y mensajes.
Los líderes de los gremios aclaran que no están en contra de los aprendices ni de que ellos lleguen a sus empresas, sino que piden que las condiciones salariales y de nómina que está exigiendo el SENA se ajusten a sus contextos y necesidades, para que entre todos puedan ayudar a sacar el país adelante.