SEMANA: Seis meses después de la llegada del virus a Colombia, concluye sus tareas en el Gobierno. ¿Por qué y qué sigue ahora?

Luis Guillermo Plata: Mi trabajo siempre estuvo limitado al primer semestre de la pandemia. Eso fue lo que se acordó con el presidente desde el comienzo. La crisis ya la enfrentamos y con el equipo que se creó para la covid-19 construimos la infraestructura para enfrentar lo que se viene. Ciertamente el virus no desaparece, sigue habiendo una situación de salud pública que continuará manejando el Ministerio de Salud.

SEMANA: Nadie estaba preparado para una pandemia y ha habido errores y aciertos en su manejo. ¿Qué rescata de lo que se hizo y qué tema no salió como se esperaba?

L.P.: Todos hemos aprendido cosas. Tanto el Gobierno, como el personal de salud y los ciudadanos. Hoy el nivel de conocimiento de personas del común sobre medidas preventivas y autocuidado es mucho más alto que hace cinco meses. Hoy sabemos también cómo manejar mejor la enfermedad, tenemos la infraestructura mucho más robusta. No descartamos una segunda ola, pero sí estoy seguro de que tendremos las capacidades para manejarla mucho mejor que la primera. Claro que si en marzo hubiera sabido lo que sé hoy les habría dado más prioridad a las pruebas, pero en ese momento no teníamos los insumos para hacerlo. Hacia el futuro creo que lo que nos da la tranquilidad es un programa cada vez más robusto.

SEMANA: Usted ha dicho que Colombia ya pasó el pico de la pandemia, sin embargo se entiende que el pico no fue uniforme en todo el territorio nacional. Medellín tiene un porcentaje de ocupación de uci todavía por encima del 67 por ciento; Bucaramanga, por encima del 73 por ciento. ¿Cuál es su balance? ¿Qué regiones están en fases más adelantadas?

L.P.: Los picos se dan de una manera asincrónica. Era imposible que se diera de manera uniforme en todo el país y eso está bien porque nos ayudó a que la capacidad de respuesta estuviera repartida. Empezamos con Leticia, siguió Cartagena, luego Barranquilla y después Bogotá, eso nos permitió ir respondiendo de acuerdo a las necesidades. Afortunadamente pudimos llegar a todas las regiones del país, a pesar de los retos que eso implica. Hoy Colombia tiene 10.800 ucis y menos del 50 por ciento de ocupación.

SEMANA: Según el balance, se llegó a todos los rincones del país...

L.P.: Sí, logramos llegar a todo el territorio, con las dificultades que tenemos y a pesar de la geografía. Lo hicimos de la mano de las Fuerzas Armadas, que nos ayudaron con el transporte terrestre, aéreo y marítimo. Quiero agradecer el trabajo del general Hoover Penilla, de la Policía; del coronel Ricardo Agudelo, del Ejército; y del director de la Unidad de Gestión del Riesgo, Eduardo González. A nadie le faltó un ventilador y eso es un reto enorme. Una cosa es tener los ventiladores y otra ponerlos a funcionar. El Gobierno instaló 4.748 ventiladores, eso es un balance positivo. Para ponerlos en contexto, el Reino Unido compró 20.900 ventiladores y solo lograron instalar 2.150.

SEMANA: ¿En blanco y negro qué tan bien estamos parados frente a la pandemia?

L.P.: Han sido tiempos difíciles, hemos tenido un número de contagios importante, un número de muertes muy triste para Colombia. Lo que puede hacer un Gobierno realmente es limitado. Un Gobierno no controla los contagios, no controla las muertes, pero sí puede controlar cómo reacciona. Tuvimos una reacción muy fuerte, muy oportuna y logramos equipar al país para poder mitigar el efecto de la pandemia. Nunca tuvimos un titular como otros países que decían que la gente moría en los pasillos o que los médicos se veían obligados a escoger entre quién vive y quién muere, afortunadamente eso no se dio en Colombia. Tuvimos las ucis a tiempo y cuando hablamos de ucis no solamente estamos hablando de ventiladores, los ventiladores son una parte importante, pero también hay monitores, bombas de infusión. Ventiladores es una parte de él, pero también se hizo una inversión comparable en los otros elementos de las ucis. Llegamos a tener 92 por ciento de ocupación, pero hasta ahí fue.

SEMANA: Ciertamente no todos los colombianos han tenido acceso a una prueba de covid-19. ¿Qué tan confiables son las cifras de contagios? ¿Cómo son los cálculos con esos datos?

L.P.: Realmente cuando se dice que Colombia hace pocas pruebas no es cierto. El país hacía pocas pruebas hace seis meses, pero eso fue cambiando rápidamente. Inicialmente se estaban haciendo alrededor de 600 pruebas diarias, hoy hacemos entre 30.000 y 35.000. Sabemos que eso no es suficiente, lo importante no es solo hacer las pruebas, sino también lo que se hace con la información. Es clave identificar quiénes estuvieron cerca a la persona positiva, comunicarlo oportunamente y aislarlos, porque esa es la única forma en que se puede romper la cadena de contagio. En Colombia tenemos el programa PRAS (Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible), que justamente lo que hace es eso, identificar a los positivos y rápidamente identificar sus cadenas y sus posibles contactos.

SEMANA: Por primera vez en meses, el nivel de ocupación en Bogotá está por debajo del 50 por ciento. ¿La capital del país ya está del otro lado?

L.P.: En Bogotá estamos del otro lado por el momento. La reapertura, por supuesto, significa que pudimos volver a disfrutar cosas como salir a comer, volver a los comercios, pero esto también implica que la gente está interactuando más de lo que interactuó en las semanas anteriores, lo que es un factor de riesgo. Es muy posible que haya un rebrote, pero Bogotá tiene la capacidad para responder. La ola hay que mirarla de dos maneras: por número de contagio y por número de muertes. Si vemos el caso de España, hoy tiene muchos más contagios que en marzo, pero está falleciendo mucha menos gente, mucha menos gente está llegando a las ucis.

SEMANA: ¿Cómo fue la relación con la Alcaldía de Bogotá? ¿Qué faltó en esa coordinación?

L.P.: Trabajamos de manera muy productiva con el equipo de la alcaldesa Claudia López, pero es desconcertante salir con críticas, más que con agradecimiento, después del esfuerzo hecho por el Gobierno nacional. La alcaldesa sí debió valorar y agradecer el esfuerzo del Gobierno, que puso 880 ventiladores en Bogotá en tiempo récord, en vez de criticar permanentemente. Una cosa son los titulares, pero debo decir que la verdad trabajamos muy bien con el secretario de salud, Alejandro Gómez. En el momento más crítico, teníamos tres reuniones diarias y revisamos exactamente cómo iba la instalación de los ventiladores hospital por hospital. La instalación de los equipos es bien compleja y estábamos instalando hasta 100 ventiladores por día, la coordinación con la Secretaría de Salud fue muy buena.

SEMANA: No tanto con la alcaldesa…

L.P.: Mi interacción no fue con ella. Bogotá compró 140 ventiladores y el Gobierno nacional le puso 880, ella fue muy crítica en un punto y afirmó que no servían, cuando en realidad lo que pasó es que faltaba calibrarlos para ponerlos a funcionar.

SEMANA: La gente ya está en las calles. Estamos en la reapertura y muchos le temen a una segunda ola. ¿Qué tan cerca estamos de que eso pase?

L.P.: No hay nada que yo pueda asegurar, no hay una bola de cristal en la que podamos ver qué viene y cuándo viene. Es probable que venga un rebrote en los próximos meses, en la medida en que hay más contacto entre las personas y más actividad. Decir cuándo es imposible, pero lo que sí puedo decir es que en caso de que tengamos ese rebrote estamos bien preparados para poder manejarlo.

SEMANA: ¿Ve probable que el país deba volver a cerrarse?

L.P.: Yo pensaría que no. Creo que tenemos que ajustarnos a vivir distinto, pero la vida puede transcurrir con normalidad. La covid-19 no es una enfermedad particularmente mortífera, lo que sucede es que cuando nos enfermamos muchos al tiempo la infraestructura no aguanta. Hemos construido una infraestructura que probablemente podría resistir una ola más agresiva que la primera, pero no por eso podemos olvidarnos del virus. Lo importante es no bajar la guardia. La actitud tiene que ser de seguir protegiéndonos.

SEMANA: ¿Cuándo llegará la vacuna a Colombia?

L.P.: Creo que la vacuna, y aquí estamos especulando porque no hay nada cierto, es probable que comience a estar disponible hacia mediados de 2021 y probablemente la tengamos en Colombia a finales del año entrante. Cualquier cosa que les diga es pura especulación porque esas fronteras científicas se van moviendo. Esto significa que tenemos que seguir cuidándonos por el tiempo que sea necesario, eso puede ser un año o dos, o incluso más. No hay soluciones mágicas.