En Colombia, la violencia de género y la desigualdad en el acceso a la justicia siguen siendo desafíos críticos que afectan a miles de mujeres. Ante esta realidad, la plataforma llamada Waias surge como una alternativa para derribar estas barreras. Lanzada a mediados de este año, la plataforma ofrece consultas legales virtuales a mujeres en todo el territorio nacional, agilizando el trabajo de los abogados con inteligencia artificial.
“Ver la gran necesidad de asistencia legal, especialmente en mujeres que carecen de independencia o facilidad económica, me llevó a tomar este paso”, explica Carolina Solano, abogada con 19 años de experiencia y fundadora de Waias.
Desde su lanzamiento oficial en agosto, Waias ha atendido a 130 mujeres y cuenta con un equipo conformado por siete abogados. Solano destaca que, gracias a la implementación de inteligencia artificial generativa, el equipo puede atender hasta 1.700 solicitudes al mes, lo que les permite ofrecer un servicio rápido y eficiente, incluso con una estructura aún en consolidación.
Un servicio accesible y oportuno, ¿cómo funciona?
Waias permite a las mujeres recibir asesoría jurídica personalizada de forma rápida y sencilla. Con un costo accesible de 85.000 pesos por consulta, las usuarias obtienen una orientación de 50 minutos en diversas áreas del derecho, incluyendo derecho familiar, laboral, penal y migratorio.
Para acceder a los servicios, Waias tiene canales tanto en su página web como en Whatsapp, en donde se puede agendar su cita. Una vez hecho el pago, la persona recibe un recordatorio previo a la cita y un seguimiento una semana después. Sabiendo que la abogacia es un servicio costoso, Waias se ha aliado con inteligencia artificial.
“Elegimos utilizar OpenAI porque en su momento nos pareció la empresa que mejor servicio ofrecía. No obstante, estamos en constante investigación para maximizar el potencial de esta tecnología, que nos brinda mayor precisión y agilidad”, señala la fundadora. Este enfoque integral permite a Waias atender todas las áreas del derecho, salvo temas tributarios, debido a la complejidad en la emisión de opiniones responsables en esa materia.
Expansión e inclusión en el mercado legal
A principio de año, Waias realizó sus pruebas piloto en Cartagena y Medellín, con el apoyo de fundaciones locales. “Allí vimos que el interés de las mujeres por una asistencia cercana y asequible es una realidad. Hoy no tenemos limitaciones geográficas; podemos atender a una mujer en la ciudad o en el campo con el mismo nivel de servicio”, comenta Solano.
Conscientes de que incluso una tarifa de 85.000 pesos puede ser inaccesible para algunas, Waias ha establecido colaboraciones con empresas que valoran el bienestar legal de sus trabajadoras. “Ofrecemos opciones personalizadas, como paquetes de sesiones o pagos mensuales, para garantizar que más mujeres puedan acceder a nuestros servicios”, añade.
Para superar las barreras económicas que impiden a muchas mujeres acceder a servicios legales, Waias ha formado alianzas estratégicas con organizaciones como la Fundación Juanfe, Zúa y Granitos de Paz, además de colaborar con gobiernos regionales y ONG. Estas alianzas permiten subvencionar consultas para mujeres de bajos recursos, asegurando que ninguna quede excluida por falta de dinero.
La meta de la startup es atender a más de 3.000 mujeres en su primer año de operaciones. “El derecho no es un privilegio, es un servicio fundamental al que todas deben poder acceder. Queremos que más mujeres acudan a los juzgados para exigir sus derechos, y demostrar que la tecnología puede ser una herramienta ética al servicio de causas justas”, explica Solano.
Planes futuros: nuevas herramientas y servicios
Waias no planea quedarse únicamente con las consultas virtuales. Siguiendo con su objetivo de democratizar el derecho y empoderar a la mujer, la startup ya está trabajando en el desarrollo de nuevos productos para el próximo año. Solano adelanta que para el próximo año planean lanzar un buscador legal, donde, con un pago mínimo, las usuarias podrán encontrar información jurídica de forma autónoma.
“Queremos que, incluso sin contar con los recursos para contratar a un abogado, las mujeres puedan defenderse por sí mismas. Esto, teniendo en cuenta que la ley estipula que, en casos donde la demanda no supera los 40 salarios mínimos, la persona no está en obligación de contratar a un abogado”, concluye la fundadora.