Las ventas de vehículos eléctricos en Colombia han experimentado un incremento del 24 % en septiembre de 2023 en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos proporcionados por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), y la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
Este incremento refleja un creciente interés de los consumidores colombianos por la movilidad sostenible y su compromiso con la reducción de emisiones.
Según el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), Colombia cuenta con un total de 11.753 vehículos eléctricos, incluyendo motocicletas, y se han registrado 12.044 ciclomotores eléctricos hasta el 31 de julio de 2023.
Adicionalmente, el país tiene en total 63.426 vehículos híbridos, subrayando la diversidad de opciones eco-amigables en el mercado automovilístico colombiano.
La Estrategia Nacional de Transporte Sostenible (ENTS), desarrollada por la Mesa Interinstitucional de Transporte Sostenible, tiene como objetivo principal impulsar la transición energética en diferentes modos de transporte, incluyendo tecnologías eléctricas como BEV y FCEV, así como vehículos híbridos y de combustión convencional de estándares Euro 6 o superiores.
La meta de la ENTS es alcanzar la cifra de 600,000 vehículos eléctricos en Colombia para el año 2030.
Los datos revelan un crecimiento constante en la adopción de vehículos eléctricos en Colombia, impulsado por incentivos gubernamentales, la creciente conciencia ambiental de los consumidores y una mayor oferta de vehículos eléctricos en el mercado.
Este aumento en la adopción indica un progreso significativo hacia una movilidad más sostenible en el país.
¿Por qué hoy un carro usado puede costar más que cuando se compró?
Andrés Peña, propietario de una camioneta Ford Escape adquirida en 2018 por 80 millones de pesos, se encontró con una sorpresa este año al renovar la póliza de su vehículo: el costo había aumentado en un millón de pesos en comparación con el año anterior.
Al buscar una explicación con su corredor de seguros, la respuesta fue que el valor de su automóvil también había experimentado un aumento, valorándose en 98,5 millones de pesos, según la guía de precios de Fasecolda, utilizada para establecer las tarifas de seguros.
Esta situación sorprendió a Peña, quien, a sus 45 años, tenía la creencia de que los automóviles, una vez salían del concesionario, comenzaban a depreciarse y, por lo tanto, eran considerados pasivos en lugar de activos.
Este fenómeno no se limita únicamente a los propietarios de camionetas tipo SUV o vehículos de alta gama. Datos de la Asociación Nacional de Concesionarios (Asonac) revelan que el precio del Chevrolet Spark 1.0 usado ha aumentado de menos de 20 millones de pesos en 2020 a entre 25 y 30 millones de pesos en la actualidad, lo que representa un incremento del 39% en tres años.
Del mismo modo, el Chevrolet Sail de cuatro puertas ha experimentado un incremento del 37% en el mismo período.
Las razones son diversas y revelan una distorsión del mercado que afecta no solo a Colombia, sino también a naciones desarrolladas como Estados Unidos, donde los precios de los vehículos usados aumentaron un 37% después de la pandemia.
La escasez de chips, los retrasos en la producción de las automotrices debido a la crisis sanitaria y las interrupciones en las cadenas de suministro han reducido la oferta global de vehículos.
Esto ha llevado a muchas marcas a establecer listas de espera de más de seis meses para la entrega de automóviles nuevos. Aunque numerosos compradores han mostrado paciencia y están dispuestos a esperar, esto se ha traducido en un aumento del 9,6% en las ventas de vehículos nuevos este año, alcanzando 195,410 unidades entre enero y septiembre.
Sin embargo, un gran grupo de compradores no está dispuesto o no puede esperar medio año para adquirir un automóvil nuevo, ya sea por motivos de necesidad o de presupuesto.
Actualmente, no es posible encontrar un automóvil nuevo por menos de 50 millones de pesos en el mercado colombiano. Como resultado, la demanda de vehículos usados ha experimentado un notable aumento, impulsando así sus precios al alza.
Cálculos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) indican que entre enero y septiembre se realizaron 834,099 transferencias de vehículos usados, y se estima que a finales de 2022 se superarán 1.2 millones de transferencias, lo que representaría un récord para el país.
Esta tendencia refleja el impacto de la actual situación del mercado automovilístico en Colombia y su influencia en el comportamiento de los precios de los vehículos usados.