Aunque en el proyecto de ley sobre reforma tributaria, que se discute en el Congreso de la República, están estipuladas las modificaciones y extensión que se quiere hacer con el Programa de Apoyo al Empleo Formal, los legisladores discuten al mismo tiempo otro proyecto que busca extender este subsidio a la nómina hasta diciembre de este año.

Durante el primer debate, que se llevó a cabo este miércoles 28 de abril, la comisión tercera del Senado aprobó por unanimidad la extensión del programa que finalizó en marzo de 2021, y fue lanzado por el Gobierno nacional con motivo de la pandemia del coronavirus.

Luego de la decisión de los congresistas de la comisión tercera del Senado, se continuará con la discusión del proyecto de ley, por lo que se esperan los próximos debates en las sesiones plenarias de Senado y Cámara de Representantes.

Por su parte, dentro de la reforma tributaria, el Gobierno incluyó un artículo que busca extender el Programa de Apoyo al Empleo Formal hasta junio de este año y prorrogar su vigencia de 11 a 14 meses, con la intención de apoyar a las empresas y mantener el empleo en el país, que a febrero cerró en 15,9 %, según datos publicados por el Dane.

También se propone modificar algunas de las las condiciones de acceso al Paef, las cuales quedarían así en caso de ser aprobadas por el Congreso:

  • Para las empresas que hayan sido constituidas antes del 6 de mayo de 2020.
  • Que cuenten con una inscripción en el registro mercantil, para los casos que aplique. En todo caso, esta inscripción deberá haber sido realizada o renovada por lo menos en el año 2020.
  • Tratándose de los potenciales beneficiarios constituidos hasta el 31 de diciembre de 2019, deberán acreditar que el ingreso promedio mensual del año 2020 no se incrementó en 10 % o más respecto al ingreso promedio mensual del año 2019.
  • Tratándose de los potenciales beneficiarios constituidos a partir del 1 de enero de 2020 y hasta el 6 de mayo de 2020 deberán acreditar que el ingreso promedio mensual entre abril y diciembre de 2020 no se incrementó en 10 % o más respecto al ingreso promedio mensual entre enero y marzo de 2020.

Los expertos advierten que en caso de que el Congreso se la juegue por aprobar la extensión de esas iniciativas, mientras recorta las normas que generan mayores ingresos por impuestos, el Gobierno ha dicho que si esto sucede, los primeros en ser sacrificados serían los hogares más pobres y vulnerables. Pero la inversión y los gastos de funcionamiento no se quedarían atrás.

No son pocas las consecuencias de que una tijera de este calibre sea usada en el país. La economía se mantendría en recesión por tres años más y solo hasta 2025 se volverían a ver señales de recuperación. Además, la chequera de la deuda seguiría creciendo –a un mayor costo– hasta llegar a un punto que la haría insostenible. Colombia quedaría en mora, con las nefastas consecuencias de incumplir los compromisos adquiridos.

Pero no sería el único impacto negativo. En 2026, la tasa de desempleo alcanzaría niveles cercanos a 20 % y la pobreza rápidamente superaría el 50 % de la población. Ese peligroso coctel, en el que también habría un duro recorte de subsidios y ayudas, generaría un estallido social sin precedentes.

Los rechazos a la reforma de Carrasquilla son válidos. Su verdad no es la única en asuntos tributarios y de los debates en el Congreso pueden salir buenas ideas. Pero será necesario que se escoja bien, so pena de que la economía caiga en una hecatombe, de la cual podría tardar décadas en recuperarse. La experiencia en Argentina y Venezuela así lo demuestra.

No es menor la tarea que tiene el Legislativo para salir de este trance. No obstante, si se opta por una reforma a medias o desfinanciada, los debates de impuestos revivirían antes de dos años, cuando el Gobierno sea otro.