Aunque tiene patrimonio positivo, pues sus activos superan los 1,5 billones de pesos, mientras que los pasivos ascienden a más de 726 mil millones de pesos, el fideicomiso de administración inmobiliaria América Centro de Negocios, que es el vehículo a través del cual se desarrollan los proyectos inmobiliarios de la Sociedad Aldea Proyectos S.A.S. fue admitido en reorganización empresarial por la Superintendencia de Sociedades.
Desde enero de este año, la entidad de vigilancia y control sometió al control máximo a Aldea Proyectos, y, luego, en junio, la sociedad inmobiliaria fue admitida a reorganización.
Se trata de una famosa constructora, reconocida por edificar obras como el centro comercial El Retiro en Bogotá, la Torre Samsung en la capital del país, al igual que el hotel Movich de Cartagena, entre otros.
En los últimos meses, volvió a sonar por el polémico megaproyecto para levantar un edificio que se vendió con amplias expectativas, con el nombre de América Centro de Negocios, que construye en la esquina de la carrera 7 con calle 100, y que está enredado en demandas por demoras y otras situaciones, como la que despapó la Contraloría general. Ocho años de incumplimientos que llevan a un posible detrimento de recursos públicos, toda vez que allí está metida la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares (Cremil), con una millonaria inversión de la plata de los retirados del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Ahora es el fideicomiso
Lo que anuncia ahora la Superintendencia de Sociedades, al emitir providencia del 31 de julio, toca al fideicomiso, a través del cual Aldea realiza sus proyectos inmobiliarios.
Según explicó el Superintendente de Sociedades, Billy Escobar: “debemos resaltar que las normas de insolvencia permiten que los patrimonios autónomos se sometan a los procesos recuperatorios para salvaguardar la unidad empresarial y el empleo. En este caso, observamos la importancia del esfuerzo mancomunado desplegado entre la empresa y las entidades financieras vinculadas al Patrimonio Autónomo, para recuperar la operatividad en los proyectos inmobiliarios y así cumplirles a los promitentes compradores, quienes en su condición de consumidores son acreedores de especial interés”.
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