Parte del destape de la crisis de combustibles de aviación (Jet A1) se debió a una información que la empresa Terpel envió de manera interna. La fuerte reacción desatada alrededor de un posible desabastecimiento de ese combustible que es clave, porque de él depende el sector turismo y, en general, la movilidad aérea, que no solo es de pasajeros, sino de bienes y servicios; también movilizó las soluciones, pero quedó en el ambiente la idea de que había sido una crisis mediática, ya que desde las entidades del Estado se hablaba de un suministro normal de Jet A1.
Este martes, Terpel hizo un pronunciamiento oficial en el que confirma que, evidentemente, pedía el combustible, según las necesidades que calculó, pero Ecopetrol le asignó una menor cantidad a la solicitada y, para colmo, le entró una cantidad mucho menor a la asignada.
Tanto así que, entre junio y agosto, según Terpel, han recibido un 26,3 % menos de la cantidad solicitada.
Así solventaron la demanda
Según el nuevo pronunciamiento de Terpel, en los últimos tres meses “Terpel solicitó 2.286.807 barriles, de los cuales Ecopetrol asignó 1.792.779 y entregó 1.685.389. De esta cantidad Terpel distribuyó la totalidad y, además, se vio obligada a hacer uso de inventarios de seguridad para solventar la demanda”.
Agregaron que a medida que veían que había faltante –a inicios de agosto– y ante lo clave que es el combustible para el transporte aéreo, trataron de buscar salidas para evitar un desabastecimiento de la demanda nacional. “A instancias de Ecopetrol se provocaron soluciones logísticas como la importación de 100.000 barriles y la redistribución de los inventarios entre plantas de almacenamiento”, aseguraron.
¿Por qué se agravó la situación?
Poco a poco, la situación se fue agravando, al punto de que hubo vuelos cancelados y anuncios de una ralentización de la operación aérea. En ese contexto, Terpel contó que la situación se agravó producto de las fallas presentadas en las instalaciones de Reficar el 16 de agosto.
“Ecopetrol declaró fuerza mayor y anunció afectaciones en todos sus productos. El 20 de agosto Terpel fue informada de que solo recibiría el 80 % del volumen asignado para el mes. Estas fallas se sumaron a la delicada situación de déficit del combustible de meses atrás”, explicaron desde Terpel.
Vale la pena recordar que, desde Ecopetrol, luego de conocerse la situación, durante el fin de semana, aseguraron que no había desabastecimiento, pues ya todo estaba normal en la refinería.
Al decir de Terpel, ellos, en pos de manejar la situación con transparencia, informaron a sus clientes sobre lo que estaba ocurriendo y les manifestaron las posibles disminuciones en las entregas. De ahí surgió la racionalización en los consumos a través de varias comunicaciones enviadas entre el 16 y el 21 de agosto, argumentaron.
Ante la situación, el Ministerio de Transporte dijo que solicitaba investigaciones alrededor de lo sucedido, por lo cual, Terpel afirmó que estará dispuesto a seguir entregado toda la información que le sea requerida por los organismos de control y demás autoridades competentes.
La realidad parece ser que se requiere una solución más estructural, según lo evidenció la reciente coyuntura que empezó a normalizarse, con el retorno de la operación aérea.