Las cuarentenas globales fueron el gran detonador de las modalidades laborales que desde años atrás entendían el trabajo como un conjunto de esfuerzos coordinados para obtener resultados y no como un lugar al que se asiste diariamente. El tiempo del cambio llegó y la flexibilidad, el dinamismo y, sobre todo, la innovación, son parte de las nuevas reglas de juego en materia de relaciones con los equipos de trabajo.

A nivel global, el 80% de los trabajadores están dispuestos a trabajar bajo formatos híbridos, mientras que, en Colombia, según cifras del Pew Research Center, el 54% de los profesionales que cuentan con el perfil para trabajar desde casa, estaría interesado en seguir haciéndolo.

Las ventajas para los colaboradores son múltiples, resaltando el equilibrio entre la vida profesional y la personal; pero en simultánea también existen grandes motivadores para las organizaciones que mantienen modelos híbridos, entre ellas el avance en términos de cultura de innovación.

“La innovación será uno de los pilares de las compañías interesadas en crecer y liderar los entornos globales. A través de ella es posible impulsar transformaciones que impacten el desarrollo organizacional, así como el bienestar de los colaboradores y de los entornos con los que se relacionan.

Pensar en la adopción de modalidades laborales flexibles es también pensar en innovación, al abrir escenarios distintos de construcción colaborativa de metas con enfoque de mercado, en los cuales se integren marcos de referencia de innovación para su ejecución, impulsando así el alcance de victorias tempranas, la motivación de los equipos y el reconocimiento en las industrias”, señala Marcela Rueda, Directora Adjunta de Connect Bogotá Región, la red más grande de innovación del país.

Foto de referencia de compañías

Al respecto, el equipo de Accenture Colombia identifica algunas de estas formas de evolución derivadas del trabajo híbrido y que se asocian con el impulso a la innovación:

· Flexibilidad en el pensamiento organizacional: reflejado en la posibilidad de ejercer las labores de forma conectada, se presenta un efecto mental en el cual los colaboradores sienten que sus entornos son más dinámicos y receptivos a las propuestas que puedan impulsar los negocios.

· Colaboración impulsada a través de la tecnología: el trabajo en equipo y la colaboración son nociones complejas de desarrollar en las organizaciones; pese a que la mayoría de compañías se organiza por áreas y grupos de trabajo, esto no significa que realmente trabajen de forma colaborativa, por lo que, con el impulso tecnológico y las herramientas disponibles para ello, es posible generar sinergias a partir de los campos de experticia de cada colaborador y tejer nuevas conexiones entre ellos y el entorno.

· Nuevos espacios y nuevas dinámicas de encuentro: al pensar en innovación usualmente se piensa en salas de reuniones coloridas o actividades que hacen levantar de las sillas a los participantes; este es un punto importante, pero también lo es entender que no se trata del espacio físico sino de las dinámicas de encuentro y construcción conjunta que se dan en los nuevos escenarios. Así, los espacios digitales abren un universo de posibilidades para hacer realidad las conversaciones que pueden mover a los negocios.

Foto de referencia de ambiente dentro de una compañía | Foto: derechos de autor no

Iteración y soluciones a través de esquemas laborales dinámicos: la evaluación de resultados por tarjetas timbradas ha sido relegada desde tiempo atrás por marcos de referencia basados en las iteraciones, que impulsan el construir sobre lo construido y lograr los hitos de proyecto. Las victorias tempranas pueden conseguirse más fácilmente cuando un colaborador puede disfrutar del café de la mañana mientras ingresa a través de una VPN a los sistemas de la compañía, centrando su atención en las metas y no en el tráfico camino a la oficina.

Mientras en América Latina el promedio de interés por impulsar el trabajo articulado entre personas y tecnologías alcanza el 88%, en Colombia la proyección de mantener modelos de trabajo remoto o híbrido apenas alcanza el 39%, cifra que puede significar una puerta de oportunidad para que las compañías que se proyecten como líderes entiendan cómo la competitividad está no solo en la eficiencia en las operaciones sino en los modelos culturales y laborales que soportan la innovación.

“El futuro de las compañías se construye a través de la innovación, y esta requiere de un entorno laboral tan flexible como la nueva realidad”, concluye Rueda.