Era un secreto a gritos, con la llegada de Gustavo Petro a la jefatura de Estado, el retiro de Felipe Bayón de la presidencia de Ecopetrol era la crónica de una salida anunciada. Si bien estaban de acuerdo en la necesidad de avanzar en la transición energética, no hubo consenso en la velocidad, ni en la manera de hacerlo.

Y el mejor ejemplo de esa separación se dio hace apenas una semana en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. En dicho evento, mientras la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, se reafirmaba en que no son necesarios nuevos contratos de exploración petrolera y de gas, Bayón aseguraba que es clave continuar la exploración y producción de petróleo y gas natural, y que ello no es incompatible con avanzar en la transición energética del país y de la empresa. Pero no fueron los únicos desencuentros. Bayón defendió los estudios técnicos para determinar si se podía o no desarrollar el fracking, en tanto que el Gobierno le había dado un no rotundo a esta técnica, a tal punto que llevó un proyecto de ley al Congreso para su prohibición.

Tampoco cayó bien en el interior del Gobierno la carta que envió Ecopetrol a los presidentes de Senado y Cámara, en medio de la discusión de la reforma tributaria, evidenciando el impacto que esta tendría en sus finanzas: 12 billones de pesos.

Ecopetrol pierde un gerente que logró maniobrar con éxito en los extremos: en medio de la caída en el precio del crudo y de la demanda por la pandemia, siendo de las pocas petroleras en el mundo que entregaron utilidades en 2020; o en la época de vacas gordas, como el año pasado. Al cierre del tercer trimestre registraron cifras históricas: ingresos por 119,8 billones de pesos y utilidades de 26,6 billones.

El anuncio del retiro de Bayón movió los mercados. | Foto: Guillermo Torres Reina

Logró equilibrar las apuestas de la empresa hacia el futuro. Por un lado, desarrollando los negocios tradicionales, con exploración offshore de gas, el fracking en Estados Unidos, y con la tarea continúa de explorar para garantizar la autosuficiencia. Y, por otro lado, adelantando apuestas para la transición que van desde la compra de la participación de la nación en ISA, hasta la puesta en marcha de plantas solares o avanzar en iniciativas como el hidrógeno verde.

Era un secreto a gritos, con la llegada de Gustavo Petro a la jefatura de Estado, el retiro de Felipe Bayón de la presidencia de Ecopetrol era la crónica de una salida anunciada. | Foto: Collage Semana

El anuncio del retiro de Bayón movió los mercados. La acción de Ecopetrol en Colombia cayó el viernes 3,19 por ciento. Sus ADR que se transan en Estados Unidos también se contrajeron.

A diferencia de sus pares en la región, Ecopetrol ha logrado una mayor independencia frente al Gobierno

¿Qué viene para Ecopetrol? Daniel Guardiola, head of Equity Research de BTG Pactual, dice que hay grandes preocupaciones, como un incremento de percepción de riesgo e interferencia del Gobierno. “Y eso no es bueno para una empresa con accionistas minoritarios”. Será una prueba de fuego para el gobierno corporativo de la compañía. A diferencia de sus pares en la región, Ecopetrol ha logrado una mayor independencia frente al Gobierno, que ahora estará a prueba y con todas las miradas puestas no solo en el país, sino en el exterior, pues es una empresa listada en Estados Unidos y tiene que cumplir exigentes estándares.

La expectativa se centra ahora en la persona que reemplazará a Bayón. La junta directiva anunció que hará un proceso de selección con una firma cazatalentos. Sin embargo, ya suenan varios nombres, como el del expresidente del Grupo Energía Bogotá y gerente de la campaña del hoy jefe de Estado, Ricardo Roa. Otro es Saúl Kattan, quien en la actualidad preside la junta directiva de Ecopetrol y fue la cabeza de la ETB.

Quien sea designado no solo tendrá que superar la vara que dejó Bayón, sino asegurar que Ecopetrol logre realmente ser la empresa de la transición energética, sin perder el autoabastecimiento ni que se marchite en sus manos.