Si al productor le cuesta menos elaborar los productos, al consumidor debería llegar el beneficio.
El Índice de Precios al Productor es un indicador (IPP) que, por lo general pasa desapercibido, pero que tiene una honda repercusión en el costo de vida a los colombianos, ha tenido asfixiados a los hogares del país, mostró una tremenda caída, que podría estar dando señales de inicio de un ciclo bajista de la inflación.
Según el informe divulgado por el Dane, el IPP se ubicó en 3,86 % en abril, luego de haber estado en 34,34 % en el mismo periodo del año anterior.
Individualmente, solo en abril, el IPP fue negativo, de -1,34 %, mientras en el cuarto mes de 2022 se ubicaba en 1,72 %.
En abril, los segmentos que aportaron para la baja del indicador fueron, la producción de Frutas de pepita y frutas de hueso (-13,93 %), la Hulla, sin aglomerar (-3,90 %) y Hortalizas de raíz, bulbosas y tuberosas (-16,44 %).
Entre tanto, los sectores que tuvieron mayores costos para producir fueron Gasolina para automotores (5,54 %), Carne de ganado bovino, fresca o refrigerada (3,28 %) y Gasolina motor mezclada con etanol (4,50 %).
Producir la papa también aportó negativamente (variación de -14,71 %), pero siguió siendo costoso producir el maíz y obtener la leche, lo que podría llevar a que, aún, la inflación de alimentos no caiga tanto como quisieran los hogares que ya no logran adquirir los artículos de la canasta familiar.
Una expectativa que podría ser muy benéfica para la carestía es que hay costos de productos y servicios indexados al IPP. Es el caso de la energía, lo que podría llevar a una significativa baja en las tarifas de las facturas que les llegan a las familias. No obstante, en este sentido, no se puede desconocer que el fenómeno del Niño está a la vista, con un 90 % de probabilidad de que ocurra y un 40 % de riesgo de que sea muy fuerte, lo que podría impedir que ocurra el efecto de la baja del IPP en los precios al consumidor.
¿Qué se espera con la inflación?
Hay que señalar que la encuesta mensual de expectativas en la que participan analistas económicos y es realizada por el Banco de la República, evidencia que, para abril, hay mayor optimismo con la inflación.
El informe mostró que, en el promedio de la muestra, las expectativas a doce meses prevén una disminución, al pasar de 7,2 % a 7,0 %.
Entre tanto, para finales de 2024 se mantuvieron en 5,0 %, y a 24 meses se sitúan en 4,0 %.