En el primer semestre de 2024 Colombia -literalmente- es un país sin plata. La mayor parte de los ingresos del Estado provienen de los impuestos, que han tenido una caída brutal: del 17 % en términos reales, cifra que es más grave que la del primer semestre de 2020, cuando esta nación estaba sumida en la fuerte crisis económica desatada por la pandemia, que para entonces, estaba en todo su furor, con largos y angustiosos confinamientos.
En días pasados, la Contraloría General había prendido las alarmas por la caída en los ingresos provenientes de los impuestos, partiendo de los datos del primer trimestre. Ahora, se confirma que la contracción se da al cierre del semestre y persiste la tendencia (caída real del 17 %).
El informe se basa en el reporte de ejecución el SIIF II, con fecha del 16 de julio de 2024. Hay que recordar que el SIIF es el Sistema Integrado de Información Financiera, donde se consolidan los datos de las entidades que conforman el Presupuesto General de la Nación.
Estos son los resultados
La meta de recaudo tributario para 2024 ha ido disminuyendo en varios de los documentos que presenta el Ministerio de Hacienda. En la ley de presupuesto general aprobada el año pasado, contemplaba la proyección de un ingreso por impuestos de 315,86 billones de pesos, lo que sonó alto para muchos analistas, teniendo en cuenta que el 2023, la economía se desaceleró y solo dio un 0,6 %. Inclusive, por poco entró en recesión.
Posteriormente, cuando se realizó la actualización del Plan Financiero 2024, que fue presentado en febrero, la meta de recaudo tributario tuvo su primera baja. Disminuyó a 290,26 billones de pesos y se le endilgaba la responsabilidad a decisiones de la Corte Constitucional, como la de tumbar el ingreso que esperaba el gobierno, por prohibir a las empresas de la industria extractiva que dedujeran las regalías pagadas a la hora de hacer el impuesto de renta. No obstante, hubo otras razones que iban tumbando posibilidades al ingreso tributario.
Recientemente, el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024, presentado en junio por el Ministerio de Hacienda volvió a recortar la proyección de ingresos tributarios, ahora, hasta 258,60 billones de pesos.
Que bajonazo
Y no es para menos, según el informe conocido por SEMANA, basado en datos del SIIF II, el Ministerio ha bajado la meta de recaudo en 57,26 billones de pesos, en comparación con la expectativa original. Una de las razones es “la disminución en el recaudo de cuotas de renta y de impuestos externos, así como a la gestión de la Dian para reducir la evasión tributaria, que aún no rinde los resultados esperados”, según dice en el mismo Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Lo cierto es que al primer semestre del 2024 se han recaudado 129,01 billones, a los que hay que descontarles 2,38 billones, por las devoluciones que han tenido que hacerle a los contribuyentes del impuesto de renta, que hicieron unos pagos anticipados más altos en comparación con lo que efectivamente tendrían que aportar. En consecuencia, el recaudo efectivo es de 126,63 billones, alcanzando así el 40,1 % de la meta anual.
¿Quién pone la plata?
Hay que destacar que los impuestos que le tocan el bolsillo al ciudadano, de manera directa, son los que han crecido. Por ejemplo, mientras el impuesto de renta, que es el que refleja si la economía ha sido dinámica o no (tarea del gobierno), tuvo una caída nominal de 20,8 %.
Entre tanto, el IVA interno, del que no escapa ningún colombiano, pues lo paga al comprar bienes y servicios, creció en 8,1 % nominal.
El 4x1000, por su parte, presentó un incremento nominal de 4,7 %. En el mismo sentido, el impuesto al consumo (el que se paga, entre otras, en los restaurantes) creció en 3,2 % y el impuesto nacional a la gasolina y el Acpm (cuando tanquea el carro o utiliza el transporte público) registró un incremento de 10,9 %.
En contraste, dentro de los ingresos por impuestos que cayeron está el de las Aduanas, que fue inferior en 3,57 billones durante el primer semestre.
Mejor dicho, el nuevo director de la Dian, Jairo Orlando Villabona, tiene un enorme desafío para recuperar el ingreso por impuestos que debe lograrse para la bolsa pública con la que se financia el Estado.