Quedan pocos días para que comiencen formalmente las discusiones para la negociación del aumento del salario mínimo en el 2021. Pero desde ya, los analistas y expertos revelan sus cartas sobre el rumbo que deberían tomar las deliberaciones y, en especial, pone en el foco la recesión económica en la que ya está el país.

Este martes, Fedesarrollo entró en el debate e indicó que, un aumento por encima del 2,5 % en el ingreso base de la economía, pondría en jaque -aún más- el mercado laboral colombiano, que hoy por hoy ya mantiene a 3,7 millones de colombianos en el desempleo.

Dos variables son las fundamentales dentro de las que se toman en cuenta para determinar el incremento en el salario mínimo: la inflación y la productividad laboral. Sobre la primera, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dice que las expectativas son muy bajas. “Ya estamos alrededor de 1,75 % y los analistas del mercado prevén un 1,80 % (...). Muy seguramente, el dato estará por debajo del 2 %”, señaló.

En cuanto a la segunda variable, Mejía indicó que, a mayor crecimiento económico, más producción de bienes y servicios. No obstante, este número tampoco es alto, pues el país estuvo paralizado durante buena parte del año, con lo cual el dato del 2020 podría crecer muy poco.

En consecuencia, Mejía considera que la cifra de aumento del salario mínimo para el 2021 debe estar en el orden del 2 % y 2,5 %. “Aumentos más allá de estos elementos generarán perjuicios importantes, especialmente para las personas más vulnerables, sobre todo aquellas que tienen ingresos cercanos al salario mínimo”, anotó.

En recesión desde marzo

Desde distintos frentes, expertos laboralistas han señalado que un fuerte incremento del salario mínimo haría que los empleadores no aumenten puestos de trabajo, e incluso, podrían disminuirlos, por los costos que implica contratar personal.

Para Fedesarrollo, Colombia está en recesión desde marzo de este año, teniendo en cuenta el desplome de la actividad productiva, por cuenta de los confinamientos que se decretaron para frenar la expansión del coronavirus.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

Un análisis hecho por investigadores de Fedesarrollo encontró que, en los últimos 50 años, el país ha vivido seis choques económicos, aunque no todos han representado recesiones. En promedio, las fases de contracción en el país duran 9 trimestres (un poco más de dos años) y las de expansión, 20 trimestres (cinco años).

Estos han sido los principales coletazos, que han puesto a la economía nacional contra las cuerdas:

  • 1980-1983: este ciclo estuvo relacionado con la crisis petrolera de finales de los 70, cuando se presentó un choque de precios. Sus efectos tuvieron repercusiones a nivel mundial y América Latina y Colombia no fueron inmunes
  • 1988-1991: en este momento se presentó un nuevo choque petrolero, que estuvo relacionado con el conflicto en Irak. Además, hubo una recesión en países occidentales, incluyendo Estados Unidos. El coletazo llegó hasta Colombia.
  • 1998-1999: la recordada crisis de de finales de siglo implicó un desplome económico en los los mercados emergentes. En Colombia se presentó la primera contracción desde la década de los 30.
  • 2007-2010: este golpe estuvo atado a la gran crisis financiera internacional. Colombia no tuvo recesión, pero sí una desaceleración del crecimiento económico.
  • 2014-2016: la más reciente crisis petrolera trajo una desaceleración importante, a tal punto que el PIB del país pasó de crecer más de 4 % a menos de 2 %.
  • 2019 - Por definir: la pandemia del coronavirus impactó fuertemente a todas las economías. Colombia entró en recesión desde marzo pasado y por primera vez desde la crisis de finales del siglo XX. El momento de su terminación es incierto y dependerá de qué pase en el 2021.

En plata blanca, el centro de estudios señala que no todos los ciclos económicos han estado atados a recesiones. Por ejemplo, los dos primeros no tuvieron ese rótulo, el cuarto y quinto tampoco. Sin embargo, el de finales del siglo XX y el actual sí tienen la marca de recesión.

Fedesarrollo considera que la recesión del 2020 comenzó en marzo de este año, cuando “el país tuvo una caída muy generalizada y profunda”, dijo el director del centro de estudios.

No obstante, la buena noticia es que la recuperación ha sido muy acelerada. No hay que olvidar que actualmente, la contracción económica es de -7 %, mientras que en abril llegó a estar en -20 %.

“Las señales de los indicadores muestran que esta será una recesión de corta duración, tal y como sucedió a finales del siglo pasado”, agregó Mejía. Y concluyó diciendo que prevén que, en el 2021, el PIB crezca otra vez a niveles de 4,4 %.