Después de un ahogamiento que apenas los empieza a dejar estar con un nadadito de perro, medio chapoleando, los constructores del país, si bien ven con cierto optimismo el hecho de podrían haber tocado fondo ya en marzo, sostienen que se requiere la intervención pública para la verdadera reactivación del sector.
Las ventas de vivienda en el trimestre hasta marzo cayeron en 17,7 %, mientras que los lanzamientos de proyectos se redujeron en 34 %, evidenciando que el sector sigue aporreado, pero con la esperanza de que mejore el panorama, teniendo en cuenta que en marzo van 10.400 unidades vendidas, lo que si bien es mejor que igual periodo del año anterior, aún hay un gran rezago en comparación con lo previsto en el Plan de Reactivación.
“Las ventas del primer trimestre de 2024 son las más bajas de los últimos 15 años. El mercado de vivienda se ha reducido en cerca de un 30 % frente al promedio 2013- 2019 y un 46 % frente a los niveles de 2021-2022″, según las estadísticas presentadas por Camacol, gremio que informó que en el periodo, las unidades comercializadas alcanzaron las 32.017 unidades.
La política en vivienda sigue rezagada, en parte, por lo sucedido con los subsidios, de los cuales, el único que se mantiene es el de Mi Casa Ya, mientras que otras ayudas a los colombianos, para hacer realidad su meta de ser propietario, desaparecieron, sin un plan de transición.
En consecuencia, continúa la dificultad de los hogares para hacer los cierres financieros, lo que evidencia la necesidad de los subsidios, según señala Guillermo Herrera, presidente de Camacol, gremio de constructoras.
21 meses de caídas
De acuerdo con lo expresado por Herrera, se completan 21 meses con los números en rojo, en un sector que aporta el 30 % del país, por lo que urge claridad en el plan de reactivación, alrededor del cual, el gremio hizo una propuesta que encajaría, inclusive, con la austeridad que se requiere en medio de presupuestos públicos escasos.
Si bien las tasas de interés en los créditos hipotecarios empezaron a bajar, no sería suficiente para reactivar la venta en un sector que ha llegado a aportar 1,5 millones de empleo, lo que es clave en la actualidad, cuando el mercado laboral da señales de deterioro.
¿Qué recomendaciones hace Camacol?
En medio de una inflación que completa un año en descenso, el gremio ve factores a favor, pero también necesidades que requieren la intervención pública urgente. Por ejemplo, si bien hay 50 mil subsidios asignados, faltarían 17 mi a la cobertura de tasa, pues, si no está ese dúo, a los hogares les queda difícil completar el trámite, lo que lleva a pensar en el problema estructural que hay en el país, en el que las familias de menores ingresos dependen mucho de las ayudas estatales, teniendo en cuenta que el 80 % de trabajadores gana menos de 4 salarios mínimos.
En ese sentido, según mencionó Herrera, los hogares de menos de 2 salarios mínimos con una tasa de interés hipotecario que estuvo cercana al 14 % y más no podían lograr la compra de vivienda.
Así las cosas, la recomendación de Camacol apunta a tres altarnativas para la reactivación:
1. De la mano con las regiones. El llamado del gobierno en relación con la vivienda, es la de invitar a las constructoras a adelantar proyectos en regiones y zonas en las que poco desarrollo de proyectos han existido. Para ello, según el presidente de Camacol, “es necesario que se generen mecanismos de coordinación que permitan estandarizar los instrumentos y con ello facilitar los trámites para los gobiernos locales, los hogares y el sector privado”.
2. Inversión. Desde la óptica del gremio de la construcción, se requieren nuevos recursos para coberturas a la tasa de interés y, según su fórmula, sería un presupuesto de alrededor de 1 billón de pesos que no se tendría que desembolsar en un solo año, sino en 4. “Permitiría una gran oportunidad sin una carga muy grande al presupuesto general”, dijo Herrera.
Con ello se podrían apalancar ventas de 40 billones de pesos y generar así alrededor de 275 mil empleos por año, dijo el directivo de Camacol.
3. Mejorar la ejecución de Fonvivienda. Esta alternativa presentada por el presidente de Camacol se argumenta en el hecho de que la venta de viviendas por año está muy por debajo de la necesidad de compra. En las áreas urbanas, por ejemplo, el 46 % de hogares vive en arriendo, sin posibilidad de volverse propietario. “Estamos vendiendo 130 mil viviendas por año en un escenario en el cual la necesidad supera las 200 mil”.
El camino que hay que recorrer es largo.