Una preocupación ronda al abogado Juan Manuel Sáenz, de la firma Tudoclegal, que representa al mayor número de víctimas en la quiebra de Ultra Air, aerolínea que dejó sus aviones en tierra, mientras intentaba negociar la entrada de un socio o pedir pista para entrar en la ley de reorganización empresarial, pero ninguna de las alternativas funcionó, porque -finalmente- las revisiones terminaban mostrando que se trataba de una empresa de papel: sin ni siquiera los estados financieros al día.
El abogado Sáenz, quien ahora ve que el proceso no avanza, hizo un llamado a los afectados, pues el trámite en la Fiscalía tiene dos caminos, cuyo tiempo se agota: en dos años se tienen que imputar cargos o se archiva el caso, advirtió el jurista.
Denuncias, lo antes posible
En pos de que las reclamaciones no queden en el limbo, Sáez hizo un llamado para que los afectados formulen denuncias ante la Fiscalía “lo antes posible”, según enfantizan.
La premura está relacionada con la necesidad de no dejar marchitar el caso que llevaría a que no se haga la investigación debida y, consecuentemente, la identificación y confirmación de los responsables, quienes tendrían que dar la cara ante el presunto engaño.
El demandado ahora es couching en emprendimiento y superación
Según dijo Sáenz, tamibién elevan una denuncia pública, porque el controlante y exrepresentante de la aerolínea, William Shaw, ahora “ofrece servicios de superación y emprendimiento en redes sociales usando como base su gran experiencia en Ultra Air.
Sáenz recordó los pormenores del proceso en el que Shaw captó más de 40.000 millones de pesos, para noviembre de 2021, de un grupo de inversionistas, a través de Axxia Capital Group. “Los incentivos tributarios a la megainversiones, elasticidad en los precios de tiquetes, arrendamiento de aeronaves a bajo costo hacían parte de la lista de ventajas y beneficios del negocio”, recordó el jurista, quien resaltó que la captación se hizo “sin tener un reglamento de emisión y colocación de acciones”.
En esa operación lograron capitalizar 1.000 millones de pesos, lo que, sin embargo, fue suficiente para que Ultra Air iniciara operaciones en febrero de 2022.
Once meses después, con unos estados financieros que Sáenz llamó “galimatías” (confusos), estalló el escándalo. ”Sin un inversionista que comprara o pusiera la caja para financiar la operación, la vida útil de Ultra Air duró tan solo 13 meses. El 03 de abril de 2023 cerró operaciones”, agregó Sáenz.
Cortinas de humo
El abogado expresó que se levantaron cortinas de humo, como el precio de la gasolina y la devaluación del peso (variables que debieron estar incluidas en el modelo financiero del negocio), “para encubrir un engaño”.
En medio de la dificultad que ya era evidente seguían vendiendo tiquetes aéreos, pese a que no tenían ni con qué pagar la nómina de empleados, mucho menos para la gasolina con la cual prender los aviones.
“Paradójicamente la salida se las abrió la Superintendencia de Transporte quien le solicitó a la Superintendencia de Sociedades el inició del proceso de reorganización empresarial para Ultra Air. Así, el 10 de abril de 2023 Shaw y Óscar Herrera (fundadores de la aerolínea) coadyuvaron la solicitud de la Superintendencia de Transporte. Ellos presentaron una solicitud escueta, sin estados financieros de 2022 y simplemente con la declaración juramenta de tener pasivos por más de $8 mil millones y no cumplieron los requerimientos para una respuesta positiva. Empezó así la liquidación judicial y hoy, los activos de la aerolínea no superan los 200.000 millones”, anota Sáenz.
En los expedientes que maneja Sáenz señalan las hipótesis, según las cuales, habría al menos 2.000 personas defraudadas. “Hay agencias de viajes a las que llamaron y les dijeron que si querían las reservas de tiquetes debían pagar”. entre agencias de viajes y usuarios.
En el proceso, Shaw fue declarado controlante de Ultra Air, con lo cual, deberá responder por las deudas, con su patrimonio.
Por ello, “todas las personas naturales y/o jurídicas que compraron tiquetes aéreos pueden presentar sus créditos ante el liquidador Richard Andrés Pérez lo antes posible. Además, junto a esa reclamación, instauren denuncias en la Fiscalía contra William Shaw y Óscar Hernán Herrera por el presunto delito de estafa, puesto ellos engañaron al público en la venta de tiquetes aéreos y presuntamente obtuvieron un provecho económico”, sostuvo el abogado.