Una vez se conoció el alcance de las medidas anunciadas por el Gobierno en materia de transporte aéreo, la directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham, María Claudia Lacouture, hizo una petición expresa, relacionada con los vuelos internacionales: “Que se definan rutas y destinos para que toda la cadena tenga un proceso de reactivación real y con certezas”. Pero no fue todo, la directora de AmCham dijo que, además de empezar a autorizar los vuelos, “convendría revisar los impuestos que se pagan por un tiquete, pues la excesiva carga tributaria afecta la competitividad del sector e inevitablemente será pagado por el viajero”.
La sustentación de esta petición se basa en las cifras, según las cuales la composición de un tiquete aéreo es hoy: mano de obra 30 por ciento, combustible 35 por ciento y otros costos 35 por ciento. El tema tributario se ubica en ese último 35 por ciento (otros costos), en el que se incluye —para tiquetes internacionales— un impuesto al turismo de 15 dólares; un impuesto de timbre por salida, equivalente a 77.000 pesos; una tarifa administrativa, que está entre 15 y 95 dólares más IVA; una tasa aeroportuaria de 38 dólares más IVA, y la tarifa general de IVA, que es del 19 por ciento. En el caso de un tiquete nacional, Lacouture recordó que se cobra una tarifa administrativa de 52.800 pesos más IVA (ida y regreso); una tasa aeroportuaria de 14.800 pesos en el aeropuerto El Dorado, que puede variar según el aeropuerto, y la tarifa general del IVA, del 19 por ciento. “Sobre todo en los temas internacionales se podría buscar la manera de generar una reducción en el impuesto al turismo, que en algunos casos es mucho más alto de esos 15 dólares promedio, como también mirar los temas de impuesto de timbre y tarifas administrativas y aeroportuarias”, indicó Lacouture. Destino Estados Unidos Lacouture enfoca la presión por la claridad en los vuelos internacionales, principalmente en los que tienen como destino Estados Unidos, pues es el principal emisor y receptor de viajeros. No en vano, hasta marzo representaba el 31,5 por ciento de los viajes destino de los colombianos y el el 20,6 por ciento de los viajeros del exterior que llegaron al país en el primer trimestre.
Desde su perspectiva, la autorización de los vuelos es clave para ayudar a la sostenibilidad de la industria en un momento crítico en el que se necesita generar demanda. Por ello, “se debe agregar una buena campaña de promoción internacional que inspire confianza en el viajero internacional para que Colombia recupere el terreno perdido en el turismo extranjero por culpa de la pandemia”. Pero la competitividad, en especial, no se puede descuidar, de cara a la recuperación del sector turístico en Colombia. “Hay que lograr tener precios competitivos que permitan atraer demanda. Colombia ya venía con crecimientos importantes. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, hay más de 900.000 personas que venían al país. Si logramos generar confianza en los procedimientos de salud que estamos aplicando, más unos precios competitivos para el producto turístico, podemos obtener un crecimiento rápido”.