Recientemente, la representante a la Cámara Alexandra Vásquez denunció ante el Congreso de la República el riesgo en el que se encuentra el bosque de niebla en Soacha y los posibles impactos ambientales que dejarían como consecuencia los proyectos de energía que se llevan a cabo en esa zona.
De acuerdo con la legisladora, lleva trabajando cerca de cuatro meses junto con su equipo jurídico la gestión de todas las acciones en aras de proteger este ecosistema.
“Seguimos liderando la protección del bosque de niebla en Soacha y lideraremos toda la gestión para proteger la comunidad, la flora y la fauna de este ecosistema único en la región”, dijo la congresista en su cuenta de X, antes Twitter.
Sobre el tema se refirió Enlaza, filial del Grupo Energía Bogotá (GEB), al explicar que “en medio del desafío por mejorar la prestación del servicio de energía eléctrica en el centro y oriente de Colombia, que incluye a Bogotá, Cundinamarca, Meta y Boyacá, el proyecto de transmisión de energía eléctrica Sogamoso es un factor clave para el progreso, ya que significa la garantía de este servicio público para el 25 % de la población colombiana que representa el 32 % de la demanda nacional de energía, lo cual requiere una solución equilibrada que atienda las necesidades del servicio sin comprometer la preservación ambiental”.
“Con 383 kilómetros de línea de transmisión y 855 torres eléctricas, el proyecto abarca 38 municipios ubicados en los departamentos de Santander, Boyacá y Cundinamarca. En el bosque de niebla están ubicadas 7 torres”, destacó la compañía.
“En diferentes escenarios hemos aclarado los alcances del proyecto de transmisión de energía eléctrica Sogamoso, en el que nuestro impacto real ambiental es de menos de media hectárea de las 217.179 delimitadas por la CAR a nivel regional del bosque de niebla, donde no hay evidencia científica de que las torres puedan tener algún impacto sobre las corrientes de agua; es más, apenas siete de las 855 torres, menos del 1 %, quedan en dicho ecosistema; seis de ellas en espacios ya intervenidos por el hombre, como pastizales, y una en vegetación secundaria”, aseguró Fredy Zuleta, gerente general de Enlaza.
“Es importante aclarar que para estas intervenciones tenemos un plan de compensación robusto que va más allá, y repone varias veces un arbusto que es inevitable podar o cortar. Sin duda, es mucho más grave la contaminación ambiental que puedan generan las termoeléctricas que se deben encender para cubrir la demanda creciente de esta región”, agregó.