La transición energética es uno de los temas más discutidos en Colombia. En medio de este debate, Viridi RE, empresa Colombiana de energía renovable, y la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) han firmado un acuerdo por 2.500 millones para desarrollar AkuaippaHy, un proyecto que busca convertir a Colombia en líder de la producción de hidrógeno verde en Latinoamérica. Este esfuerzo se enmarca en la creciente necesidad de diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
“Este acuerdo representa un hito en nuestra misión de acelerar la transición energética en Colombia y Latinoamérica. No solo fortalece nuestra capacidad de implementar tecnologías limpias, sino que también reafirma el compromiso conjunto de ambas naciones para enfrentar la crisis climática de manera efectiva y sostenible”, destacó Juan Poveda, director de Viridi para Latinoamérica.
El proyecto AkuaippaHy, ubicado en Uribia, La Guajira, será una de las instalaciones más avanzadas en la región. Utilizará energía solar y eólica, abundante en la zona, para producir 40.400 toneladas de hidrógeno verde al año.
Esta producción se transformará en 210.000 toneladas de e-metanol, un combustible que se perfila como una solución clave para descarbonizar sectores industriales y de transporte. La iniciativa generará más de 900 empleos directos y 1.600 indirectos, impulsando el desarrollo económico en una de las regiones con mayor potencial de recursos renovables en Colombia.
“Esta alianza público-privada busca disminuir el riesgo en la etapa temprana del desarrollo de proyectos de hidrógeno verde y sus derivados en Colombia, facilitando así la toma de decisiones de inversión. El proyecto AkuaippaHy no solo contribuirá al desarrollo de la industria de combustibles sintéticos en Colombia, sino que también será un pilar fundamental en la concreción de una transición energética justa”, comentó Michael Engelskirchen, coordinador de H2Uppp GIZ Colombia.
El hidrógeno verde es un combustible limpio producido a partir de energías renovables, como la solar y la eólica, sin generar emisiones de dióxido de carbono. Su principal utilidad es la descarbonización de sectores industriales y de transporte, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.