En el municipio de Palmira, Valle del Cauca, se encuentra el Banco de Germoplasma Semillas del Futuro, una de las reservas más importantes de diversidad genética a nivel mundial. Este banco conserva la mayor colección de yuca del planeta, con muestras provenientes de 28 países y cuatro continentes. Su importancia es crucial, pues ayuda a enfrentar amenazas como la enfermedad de la raya marrón, que ha afectado gravemente los cultivos en África Oriental y Central, llegando a reducir la producción de yuca hasta en un 60%.
El banco, administrado por la Alianza Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), no solo resguarda la yuca, sino también otras dos colecciones fundamentales para la agricultura mundial: el frijol y los forrajes tropicales. En total, se conservan 5.963 accesiones in vitro de yuca, distribuidas entre especies criollas, mejoradas y silvestres, destacándose por su diversidad genética. El 82% de estas muestras son variedades criollas, lo que resalta la riqueza biológica que existe tanto en Colombia como en otras partes del mundo.
Según el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), el Banco de Germoplasma tiene la misión de garantizar la conservación y distribución de estas colecciones, vitales para la seguridad alimentaria global. Además, en sus instalaciones se forman estudiantes de pregrado y posgrado de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en Palmira, quienes colaboran en la investigación y el mejoramiento genético de estos cultivos.
Recientemente, se han realizado avances en el estudio de la enfermedad de la raya marrón que afecta la yuca, un virus que se ha convertido en una seria amenaza en África. Jessica Alejandra Ospina Colorado, agrónoma y candidata a magíster en Ciencias Biológicas con énfasis en Biotecnología Vegetal de la UNAL, explica: “Esta enfermedad se manifiesta con lesiones necróticas de color marrón en las raíces, clorosis foliar, que son como manchas blanquecinas en las hojas y rayas marrones en los tallos, por lo que la yuca no se puede consumir”.
Las acciones del Banco de Germoplasma ha permitido identificar 28 marcadores genéticos vinculados a la resistencia del cultivo frente a esta enfermedad, lo que abre nuevas posibilidades para proteger la producción de yuca y poder enfrentar futuros brotes de la enfermedad.