En un esfuerzo por impulsar la producción y comercialización de alimentos, el Sistema Nacional de Reforma Agraria de Colombia celebró su primera reunión conjunta de planificación para el año 2024. La reunión, que contó con la presencia de la Ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, y el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), Luis Alberto Higuera, quien destacó la importancia de empoderar a los campesinos y campesinas del país.
“Este Gobierno tiene una base política y social que es el campesinado. Por lo tanto, corresponde a las entidades del Gobierno fortalecer la asociatividad, la capacidad técnica y las competencias de los hombres y las mujeres del campo. Por ello, los campesinos contarán con un escenario que estamos preparando en el norte del país: la primera Escuela Popular Campesina, que será una sede de formación técnica para el desarrollo del agro colombiano”, dijo el presidente de la ADR.
Por otro lado, el director de Comercialización de la ADR, Joaquín Cristancho, enfatizó la importancia de la Reforma Rural Integral, que busca no solo aumentar la producción alimentaria, sino también explorar oportunidades de comercialización con valor agregado. Esto permitirá que los productos colombianos destaquen con un sello de calidad a nivel nacional e internacional.
La ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, explicó que la reunión tenía como objetivo iniciar la articulación del Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural campesino para cumplir las metas del próximo año y convertir a Colombia en una potencia agroalimentaria.
La viceministra de Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, recordó que la Reforma Agraria es un componente central del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”. Esta ley, aprobada por el Congreso de la República, subraya la importancia de la ADR en la ejecución de la Reforma Rural Integral, que busca modernizar el campo y garantizar el derecho humano a la alimentación.
En resumen, Colombia está enfocando sus esfuerzos en fortalecer la producción y comercialización de alimentos, con un enfoque en el desarrollo rural y la formación técnica de los campesinos. Esto es un paso crucial para convertir al país en una potencia agroalimentaria y garantizar un futuro próspero para sus comunidades rurales.