El costo promedio de una brecha de datos en el sector de servicios financieros es de $5.85 millones de dólares en 2020, lo que representa una cifra superior a la de $3.86 millones de dólares que manifestaron los encuestados del resto de los sectores económicos, según el último informe anual de IBM titulado Cost of a Data Breach Report.

En caso de existir una filtración exitosa en las organizaciones del sector financiero, la compañía de ciberseguridad ESET advierte que los datos pueden ser utilizados por los delincuentes cibernéticos para cometer fraude a través del robo de identidad o para ser comercializados en mercados de la Dark Web (Internet profunda), lo que podría provocar un daño en la reputación de la entidad, además de daños financieros tanto a la organización como a los clientes afectados.