Los precios del petróleo terminaron a la baja este jueves (30 de junio), registrando su primer descenso mensual desde noviembre, en un mercado cada vez más preocupado por el deterioro de la economía.

El barril de Brent para entrega en agosto cedió 1,27 % y cerró a 114,81 dólares en el mercado de Londres. En todo el mes de junio perdió 6,5 %.

En Nueva York, el barril de WTI, también para agosto, bajó 3,66 % a 105,76 dólares. Cerró el mes con una caída del 7,7 %.

El “mercado fácil de la primera mitad del año que atraía a todo el mundo”, con un alza de precios constante e irresistible, “ha desaparecido debido a más atenuados fundamentos”, comentó el analista Edward Moya, de Oanda, en una nota.

Mientras la oferta sigue limitada, principalmente por la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia, la demanda muestra signos de fatiga.

Según datos oficiales, el consumo apenas aumentó (+0,2 %) en mayo en Estados Unidos, mucho menos de lo que esperaban los economistas (+0,6 %).

“Es probable que se produzcan algunos ajustes de posiciones, ya que se trata del final del trimestre, con algunas tomas de beneficios”, dijo de su lado Matt Smith, de la firma Kpler. “Pero el mercado no ha cambiado mucho en lo fundamental”, dijo, anticipando una demanda continua de productos refinados, en particular de gasolina.

En Estados Unidos, los precios en los surtidores siguen bajando, registrando un descenso del 3% desde el máximo histórico de mediados de junio, aunque mucho menor que el del crudo.

Los operadores no se impresionaron con el anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados de que, como se esperaba, aumentarán su producción en 648.000 barriles diarios en agosto.

Sin embargo, esos productores no asumieron ningún otro compromiso para el futuro. El mercado esperaba una aclaración después de que varios funcionarios del cartel reconocieran que la capacidad restante era muy modesta.

*Con información de la AFP.