Con el boom de la digitalización que tuvo lugar en el mundo a causa del coronavirus, la ciberseguridad pasó de ser una simple opción a una necesidad latente de las empresas. De hecho, la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones estima que la demanda de servicios de seguridad informática creció un 40 %.
De esta manera, las empresas buscan blindarse de las principales amenazas a las que están expuestas sus comunicaciones en un momento donde la virtualidad le ha ganado terreno a la presencialidad:
- El ransomware: Este es un secuestro de información mediante un software malicioso que encripta el contenido de una unidad o disco duro. En este ataque informático, el usuario recibe un mensaje de alerta pidiendo un rescate para poder recuperar su información “secuestrada”. Por eso, el almacenamiento de estos datos debe contar con seguridad máxima.
- Amenazas asociadas al teletrabajo: El trabajo remoto conlleva ciertos riesgos y mayor exposición ante los ciberdelincuentes. Al tener equipos en el hogar, otros individuos pueden usar los ordenadores y filtrar información confidencial. Es clave que las empresas tengan sistemas de datos almacenados en la nube, con herramientas seguras de alta encriptación, que prevengan que las personas guarden información en los ordenadores.
- Fuga de datos: Durante las llamadas telefónicas suele haber información confidencial o sensible para el negocio y el cliente. En el momento en el que esa confidencialidad se rompe, esa fuga de información puede acarrear dificultades tanto para el prestador de servicio como para el cliente.
- Consumos no autorizados y generación de facturas elevadas: Cuando ‘hackean’ un sistema telefónico, los atacantes pueden tener acceso a los minutos o al sistema telefónico de la empresa y lo pueden utilizar para vender el servicio a terceros, así como generar consumos excesivos que impactarían económicamente el negocio.
- Phishing o robo de identidad: En este caso, los atacantes pueden hacerse pasar por un tercero y cometer delitos con la identidad del cliente.
“La confidencialidad y buen uso de los datos son clave para la confianza y seguridad del consumidor y de la empresa, así como para evitar fraudes y robos; por eso, es importante que las compañías implementen sistemas que aporten a la ciberseguridad de las organizaciones, y que sean liderados por proveedores certificados con altos estándares de calidad en sus procesos de manejo de datos”, aseguró Felipe Sánchez, CEO de WeKall.