En lo que va de 2024 se evidenció un aumento en los riesgos asociados al crédito, especialmente en los sectores de microcrédito y consumo, donde la proporción de cartera vencida alcanzó un 5,9 % del saldo total. A pesar de esto, el sistema financiero colombiano ha mostrado resistencia frente al ajuste económico en curso.
Este deterioro de la cartera vencida se atribuye a la mayor carga financiera de los hogares, que enfrentan elevados niveles de endeudamiento y una capacidad de ahorro reducida, agravándose por altas tasas de interés y niveles significativos de inflación. Como resultado, se ha incrementado la necesidad de provisiones por parte de las entidades crediticias, impactando sus resultados, especialmente a principios de año.
En este contexto, existe gran expectativa en relación con la próxima reunión de la junta directiva del Banco de la República, donde se discutirá la posibilidad de reducir las tasas de interés. Considerando la persistente tendencia alcista en sectores como servicios públicos y arrendamientos, se contempla una política de recortes graduales.
“La expectativa de una reducción en las tasas de interés se fundamenta en los potenciales beneficios para la economía colombiana. Esta medida no solo aliviaría la carga de los deudores, sino que también dinamizaría la actividad económica al abaratar el costo del crédito, fomentando así la inversión y el consumo”, expresó Clara Escobar, directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Financiamiento (Afic).
“La disminución de las tasas de interés es un estímulo clave para la economía al incrementar tanto el consumo como la inversión, reduciendo el costo del endeudamiento para hogares y empresas. Esto impulsa la demanda de créditos y facilita a los deudores cumplir con sus compromisos financieros, mejorando la calidad de la cartera. Es crucial que el Gobierno y las empresas trabajen en conjunto para reactivar sectores cruciales como la construcción, la industria y el comercio, que son grandes generadores de empleo”, finalizó Escobar.