Un estudio científico en Colombia asegura que, con un manejo integral de pasturas mejoradas en sabanas tropicales, se puede compensar hasta tres veces las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado.
Científicos de la Alianza de Bioversity International, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), la Universidad de Stuttgart de Alemania y el Banco Mundial, desarrollaron mediciones y modelaciones de las operaciones de la Hacienda San José (HSJ) en el departamento de Vichada y comprobaron que la ganadería puede tener una huella de carbono favorable y aportar a la mitigación del calentamiento global.
El estudio demostró que el manejo integral de una pastura mejorada en sabanas tropicales puede acumular 2,5 toneladas de CO2 equivalente por hectárea al año. En conjunto con animales de alto mérito genético es posible desarrollar un sistema de producción en el que por cada tonelada de CO2 que emite el ganado, se capturan 3 toneladas en el suelo.
El secreto para este paso a la sostenibilidad está en una variedad de pasto (Urochloa humidicola) que puede capturar carbono de la atmósfera por medio de la fotosíntesis y favorece su almacenamiento en capas profundas del suelo a través de sus raíces. Además, el pasto también puede crecer en tierras con baja fertilidad, lo que significa que los agricultores pueden hacer que los suelos degradados sean más productivos sin tener que recurrir a deforestar.
Este estudio publicado en la revista científica Frontiers in Climate es de interés global, dado que el secuestro de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero son fundamentales para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, pero hasta ahora se ha demostrado que pocas soluciones realmente funcionan y esta es una de ellas.
Los hallazgos de este estudio, que presenta a la ganadería como parte de la solución frente al cambio climático, manifiestan que este tipo de pasturas también reducen las emisiones de óxido nitroso (N2O, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono) en 10 veces, comparado con la sabana degradada. Cabe mencionar que la reducción de las emisiones de óxido nitroso, en particular, han sido destacadas como una prioridad para obtener las metas y evitar un incremento de 1,5 grados en la temperatura.