El Ministerio de Hacienda y Crédito Público subastó $900.000 millones en Títulos de Tesorería (TES) denominados en pesos (COP), en referencias con vencimientos en diez (2033), diecinueve (2042) y veintisiete años (2050).

Se recibieron ofertas de compra por $2,7 billones, equivalentes a 4,4 veces el monto convocado inicialmente. Lo anterior permitió activar cláusulas de sobre adjudicación del 50%, $300.000 millones adicionales al monto inicialmente subastado de $600.000 millones. Lo anterior, en línea con lo establecido por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

Las tasas de corte de la subasta fueron de 11,308% para los TES con vencimiento en el año 2033; 11,450% para los TES con vencimiento en el 2042; y 11,440% para los TES con vencimiento en el 2050.

Vale la pena recordar que la agencia calificadora Fitch Ratings puso el miércoles a Estados Unidos en vigilancia ante la posibilidad de una rebaja de su calificación por el riesgo de default, en medio de un estancamiento gubernamental sobre el aumento del límite de endeudamiento nacional.

Fitch dijo que la calificación AAA “refleja el aumento del partidismo político que está obstaculizando el logro de una resolución para elevar o suspender el límite de endeudamiento” antes de una fecha límite inminente.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha dicho que el primero de junio es la “fecha X” en la que el gobierno se quedará sin dinero, lo que desencadenaría un impago con probables consecuencias económicas devastadoras.

“Fitch sigue esperando una resolución al problema del límite de la deuda antes de la fecha X”, dijo la agencia en un comunicado.

“Sin embargo, creemos que han aumentado los riesgos de que el límite de deuda no se eleve o suspenda antes de la fecha X y, en consecuencia, de que el gobierno pueda empezar a incumplir los pagos de algunas de sus obligaciones”.

El presidente Joe Biden lleva meses inmerso en tensas conversaciones con la oposición republicana en el Congreso, que ha dicho que sólo aceptará elevar el límite de endeudamiento a cambio de importantes recortes del gasto.

Los republicanos, cada vez más dominados por una facción de la derecha leal al expresidente Donald Trump, han decidido utilizar este procedimiento generalmente rutinario como un medio para obligar a Biden a recortar en el sistema de salud y otros programas sociales.

La administración Biden dijo el miércoles que todavía ve un camino hacia un entendimiento, aunque no había señales concretas de que ambas partes estuvieran avanzando hacia un acuerdo.