Colombia alcanzó un nuevo hito en el suministro de minerales esenciales al mercado internacional. Desde Puerto Brisa, en La Guajira, el Grupo Coquecol embarcó 96.251 toneladas de carbón y coque metalúrgico, ciento por ciento colombiano, en la motonave Santa Sophia, y que tendrán como destino final Brasil.
Los receptores de este embarque serán las empresas siderúrgicas Gerdau y Usimina. Este nuevo hito se alcanza en un momento en el que las disrupciones a la cadena de suministro mundial, generadas tras la pandemia y agudizadas con la guerra en Ucrania, hacen más desafiante la búsqueda de los países para abastecerse de minerales críticos.
Con este embarque, según el sector, Colombia está demostrando que está en capacidad de aportar al mundo volúmenes importantes de carbón y coque metalúrgico, minerales considerados como la base del desarrollo sostenible por ser el insumo principal para la producción de acero. Actualmente Colombia es el tercer exportador de coque a nivel mundial.
Este embarque supera el que hasta hoy era el récord vigente en el país, registrado el 19 de septiembre de 2019, cuando el mismo Grupo Coquecol exportó 93.429 toneladas de carbón y coque metalúrgico en la motonave Jin Wen Feng, y es también la primera vez que un buque con la dimensión del Santa Sophia, conocido en la industria como un ‘baby capesize’, ingresa a Puerto Brisa, en Riohacha. Lo que marca otro record importante para el sector logístico y del transporte marítimo en Colombia.
“Es un logro del país y desde el Grupo Coquecol nos sentimos orgullosos de haberlo hecho posible gracias a la sinergia que alcanzamos con nuestros clientes, proveedores, trabajadores, operadores logísticos, transportadores y autoridades. Este embarque es una muestra clara de lo que podemos hacer en beneficio de Colombia cuando actuamos en coordinación y pensando en el bien común”, expresó Ricardo Blanco, CEO del Grupo Coquecol.
La mayor exportación de carbón metalúrgico redunda en el fortalecimiento de la industria nacional del carbón y coque metalúrgico, clave para garantizar el autoabastecimiento de Colombia en un producto vital como el acero, necesario para la construcción de viviendas, de obras públicas y de la infraestructura necesaria para la transición energética. Impactando así de manera importante la meta de ser un país más sostenible y generando mayores oportunidades de empleo, desarrollo y bienestar social para los colombianos.