Con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria del continente y del mundo, países de América Latina y el Caribe respaldaron el proceso tendiente a profundizar la integración regional a través del establecimiento de reglas de juego comunes para el comercio agroalimentario, proceso que impulsan la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

En una reunión de alto nivel celebrada en Montevideo se reunieron altos funcionarios de 13 naciones latinoamericanas y advirtieron que es imperativo eliminar los obstáculos al comercio de productos agroalimentarios. “Desde el punto de la agricultura, se trata de potenciar una de las regiones de mayor capacidad productiva, para atender los problemas de seguridad alimentaria que están creciendo en el mundo”, dijo Fernando Mattos, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.

El Ministerio de Agricultura de Colombia fue otro de los que apoyó el proceso a través de Rafael Echeverri, quien enfatizó que “como siempre dice el IICA, es fundamental que los países latinoamericanos profundicemos el desarrollo de la bioeconomía”. Para Colombia es muy importante establecer normas claras de comercio, especialmente con Venezuela, pues la apertura de la frontera genera fuertes retos y oportunidades para la relación comercial entre ambos países

América Latina es la región con mayor exportación neta de alimentos del mundo. Sin embargo, apenas el 14% de esas exportaciones se destinan al comercio intrarregional.

La importancia del consenso alcanzado a favor de la convergencia regulatoria está marcada por el hecho de que la ALADI es el mayor organismo regional que fomenta la integración comercial y está compuesta por trece países -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela-, que en su conjunto contribuyen con el 93% de las exportaciones alimentarias de la región.

En nombre del IICA, su Director General, Manuel Otero, hizo un llamado a la acción colectiva para transformar las amenazas en oportunidades. “Estamos convencidos de que el fortalecimiento del comercio intrarregional es la mejor manera de disminuir los riesgos de shocks en otros mercados y contribuirá al desarrollo de nuestros países”, dijo.

“Hoy estamos en un contexto muy difícil, debido al encarecimiento de los costos logísticos y de productos esenciales para nuestra producción, como son los fertilizantes químicos. Por eso, el proceso integrador debe apuntar a una mayor complementariedad entre los países. Podemos generar los insumos para la producción agropecuaria en la propia región”, finalizó el directivo.