Microsoft presentó esta semana la siguiente generación de su sistema operativo Windows 11, que empezará a llegar gratis a los ordenadores con Windows 10 compatibles a finales de este año, según informó la compañía tecnológica.
Windows 11 supone un rediseño del sistema operativo que estará basado en la nube para adaptarse a entornos de trabajo y estudio que no se limitan al interior de cuatro paredes. Además, incorporará una interfaz optimizada para distintos tipos de pantalla, con posibilidades de personalización y configuraciones separadas para cada situación.
No obstante, esta versión demanda unos requisitos mínimos para que un equipo pueda actualizarse, como recoge Microsoft. En concreto, un sistema en chip (SoC) o procesador de 64-bit, con una frecuencia de al menos 1GHz o dos o más núcleos. También una memoria RAM de al menos 4GB y capacidad interna de 64GB o más.
Exige también firmware UEFI con Secure Boot, módulo de plataforma segura (versión 2.0), compatibilidad con DirectX 12 y un monitor de alta definición, con resolución de 720 píxeles, que supere un tamaño de diagonal de nueve pulgadas.
*Con información de Europa Press.