Como un avance significativo para cerrar la brecha financiera en Colombia, 500 mil mujeres han podido acceder a créditos, un movimiento que suma un total de 40 mil millones de pesos en préstamos, de la mano de la aplicación colombiana de Open Banking, Monet.
Este monto equivale al 35% del total de los créditos otorgados por la Fintech, que entra a competir como una opción que busca democratizar el acceso a productos financieros entre las poblaciones más vulnerables del país.
En cuanto al uso que se le ha dado a este dinero, la compañía data que el 59% de los créditos se han utilizado para pagar servicios públicos, el 47% para saldar deudas y el 41% para gastos de alimentación.
Estos porcentajes exponen cómo muchas mujeres en situación de vulnerabilidad recurren a estos microcréditos para atender necesidades básicas, en un contexto donde el acceso a financiamiento sigue siendo limitado. “Estos resultados muestran que hemos logrado conectar con la población que más necesita soluciones rápidas y accesibles”, comenta María Camila Fajardo, directora de inclusión financiera de la empresa.
A pesar de los avances, las cifras del Reporte de Inclusión Financiera 2023 revelan que solo el 33,4% de las mujeres en Colombia tiene acceso a crédito, en comparación con el 37,1% de los hombres. Esta brecha de 3,7 puntos porcentuales sigue siendo un reto significativo para la región, llevando a muchas mujeres a recurrir a préstamos informales como el ‘gota a gota’, que aplican intereses que pueden superar el 1.000% mensual, según datos de DataCrédito Experian.
Para enfrentar esta problemática, muchas Fintech, como Monet, ha implementado un modelo de desembolso inmediato, evitando los trámites complejos que caracterizan a la banca tradicional. Además, ha lanzado la campaña “Ciérrale la llave al gota a gota”, en alianza con la Alcaldía de Bogotá, buscando ofrecer alternativas legales y accesibles a las mujeres más afectadas por los préstamos ilegales.
La fintech también ha formado un comité de inclusión financiera que trabaja en cuatro ejes: empoderamiento de las mujeres, creación de un entorno inclusivo, reducción de las brechas de género y desarrollo de soluciones adaptadas al contexto actual. “Aunque hemos dado pasos importantes, el camino hacia la equidad financiera es largo”, concluye Fajardo.