Mientras la pobreza aumenta en el mundo, debido al impacto de la pandemia que afecta con más agresividad a la población vulnerable, los precios mundiales de los alimentos también suben, dificultando aún más el acceso a ellos.
Por duodécimo mes consecutivo, en el quinto mes del año, los precios se incrementaron en casi un 40% interanual, según el índice de precios de los alimentos de las Naciones Unidas.
Las razones de la tendencia alcista, según Naciones Unidas, son varias. Por un lado, la situación climática de Brasil, en donde predomina la sequía. También pesa el hecho de que China ha incrementado la demanda de algunos productos como el maíz y los hogares de todos los países han incrementado el consumo de aceites vegetales, azúcar y cereales.
Esos alimentos serían los que -en parte- estarían explicando la subida en los precios, lo que podría presionar al alza la inflación mundial general, pues los alimentos arrastran todo lo demás: acero, energía, madera... En los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), los precios subieron en abril a la tasa más alta desde 2008.