El tercer barrio más grande de Bogotá, Ciudad Bolívar, inauguró en 2018 su TransMiCable, un medio de transporte sostenible con cuatro estaciones, más de 160 cabinas y una intervención urbana asociada que dotó al barrio de parques públicos, centros comunitarios y de recreación, bibliotecas, y museos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes mediante la reducción de los tiempos de viaje y el cierre de brechas sociales.
Según un informe de la Universidad de los Andes, Olga Lucia Sarmiento, profesora titular de la Facultad de Medicina, y Luis Ángel Guzmán, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Los Andes, quienes junto a más de 50 expertos, entre ingenieros, médicos, economistas, antropólogos, sociólogos y psicólogos, han estado trabajando en este proyecto interdisciplinario durante los últimos cinco años para determinar los efectos de la implementación de esta política.
Los hallazgos de la evaluación de impacto incluyeron el hallazgo de que los pasajeros de TransMiCable están expuestos a menos contaminantes del aire que los pasajeros de otras formas de transporte. Por ejemplo, es 5 veces menor para partículas de menos de 2,5 micras, 9 veces menor para monóxido de carbono y 10 veces menor para carbón negro (hollín). Aunque el sistema ayudó a reducir los tiempos de viaje, todavía son bastante largos en esta comunidad y solo han disminuido en un promedio de 22 minutos por trayecto. Además, los usuarios valoran más el aumento de la comodidad y la seguridad en sus vehículos.
“Estudios como estos muestran que el transporte público con renovación urbana incentiva la actividad física, mejora la calidad del aire, crea capital social, mejora el acceso a la ciudad y mejora la calidad de vida. Todo esto debería ser el objetivo último de una ciudad: mejorar el bienestar de sus ciudadanos”, manifiesta el profesor Guzmán.
Además, los usuarios regulares de cable realizan en promedio más minutos de actividad física vigorosa y moderada, lo que ayuda a prevenir infartos, diabetes y obesidad, según la profesora Sarmiento. Estos hallazgos revelaron que las personas que toman el teleférico realizan actividad física durante un promedio de 57,6 minutos diarios, en comparación con los 45 minutos de las personas que toman otras formas de transporte público. Adicionalmente, el aspecto de la calidad de vida relacionado con la salud mejoró en 3,9 puntos. Se encontraron evidencias que relacionan directamente la presencia de TransMiCable con una disminución de la criminalidad en las cuadras aledañas a las estaciones (alrededor de 400 m), lo cual es un hallazgo muy significativo. Durante la fase de construcción del proyecto, se notó por primera vez el aumento del nivel de seguridad.
Asimismo, en el informe se menciona que para crear ciudades más saludables, seguras y equitativas, es crucial considerar cómo se relacionan el transporte público y la salud. Precisamente, esta conexión entre un proyecto de movilidad sostenible y los efectos sobre el bienestar, como en el caso de TransMiCable, resalta la trascendencia de esta consideración.