¿Acabas de iniciar un emprendimiento y quieres destinar un 20% del presupuesto a hacer pauta en redes sociales? ¿Por qué quieres hacerlo? ¿Consejo de un amigo? Déjame darte un mejor consejo: ¡Elimina este mito urbano de tu cabeza! No tienes que gastar dinero en pauta ni estar haciendo trends de TikTok para ser exitoso y acá te explico por qué.

Antes de empezar a considerar qué contenido quieres desarrollar o cómo lo quieres publicitar es fundamental que tengas muy claro el objetivo de tu negocio; tómate un momento para analizar de la manera más consciente dos preguntas - que parecen básicas- pero serán tu mantra para realizar cualquier acción: ¿Dónde estoy? y ¿Para dónde voy?

Objetivo general de proyecto, una investigación o una organización: es la meta principal y global del mismo, es decir, su final último. Le da sentido al conjunto, el cual sólo puede alcanzarse una vez completados también los objetivos particulares o específicos.

¡Deja de actuar en piloto automático! No siempre quién va más rápido es quien gana la carrera; quien da sus pasos con conocimiento es aquel que tiene más probabilidades de alcanzar el éxito.

Al tener claro dónde se encuentra tu empresa actualmente, puedes saber con qué recursos cuentas, a quiénes te vas a dirigir y cómo puedes hacerlo de la manera más óptima. Por otro lado, saber a dónde quieres llegar te permitirá definir acciones concretas que te encaminen hacía ese objetivo.

Toma lápiz y papel, iPad, computadora o lo que te haga sentir más cómodo y responde: ¿Qué quiero lograr?, ¿Cómo lo quiero lograr?, ¿Por qué lo quiero?, ¿Para qué lo quiero?, ¿Dónde lo quiero? y ¿Cuándo lo voy a lograr? Cuando tengas estas respuestas, únelas en un párrafo y allí puedes pensar en el primer y más importante paso:

¿Cómo crear un objetivo?

El objetivo es la base en la cual vas a desarrollar tu plan estratégico, y de ahí, poder pensar en las tácticas o acciones que debes llevar a cabo. Para estructurarlo de manera correcta, debe cumplir con tres condiciones:

  • Mostrar claridad: tu objetivo necesita ser concreto y no dar espacio a interpretaciones o confusiones.
  • Ser medible: siempre debes formular tu objetivo pensando en que debe tener un resultado alcanzable que puedas comprobar.
  • No le apuntes al cielo (todavía): ¡Sé realista! No está mal ser ambicioso, pero tu objetivo debe ser una meta que puedas alcanzar.

Algo que debes tener en consideración es que el objetivo general de tu estrategia debe estar enfocado a dar solución al problema global de tu negocio, es decir, a la meta principal que quieres alcanzar con tu plan; mientras que por otro lado, los objetivos específicos deben exponer de manera clara los resultados que quieres obtener en diferentes fases. Estos, además de ser claros, medibles y realistas, deben funcionar como un how-to para alcanzar el objetivo general, es decir, deben ser aquellos pasos pequeños que mientras se van cumpliendo, van ‘’llenando’' la barra de tu objetivo general.

Ahora que tienes claridad sobre tus objetivos, puedes empezar a darle estructura al plan estratégico y allí es dónde analizarás variables según audiencia, gusto y medio.

Lo mejor de esto es que vas a encaminar tus acciones conociendo el porqué de éstas, ¿A qué me refiero? Al ahorro de tiempo y esfuerzo que vas a tener al NO hacer, por ejemplo, una estrategia en Instagram para una audiencia de hombres entre 45-60 años que, normalmente, no hacen uso de esta red social.

Pensar en las tácticas puede ser divertido porque vas a estar lleno de ideas creativas que asumes van a funcionar; pero es mucho más divertido ver cómo esa táctica que diseñaste basada en el conocimiento de tus objetivos y siguiendo tu plan estratégico logra brindarte un retorno de inversión que, además de estar previsto, te permite crecer de manera exponencial.

¡No pongas tu esfuerzo sin tener claro hacía dónde va encaminado! El camino más sencillo hacia un crecimiento que te genere ganancias, reconocimiento o lo que para ti sea el éxito es aquel que se basa en decisiones tomadas bajo el conocimiento de lo que se quiere lograr y cómo quiere lograrse.

Si quieres una respuesta sencilla a la diferencia que existe entre una estrategia y una táctica, lo resumiría en la siguiente declaración:

Una estrategia es un plan diseñado para generar crecimiento exponencial, basado en información recolectada sobre el nicho de mercado y teniendo como fundamento el status actual de la empresa y a dónde se quiere llegar con esta. Una táctica, por su parte, es aquella acción o esfuerzo que se realiza como parte de una estrategia. No puede existir una sin la otra, y definitivamente, se debe pensar primero en lo estratégico que en lo táctico.

Así que, de ahora en adelante, quiero que cada vez que a tu cabeza llegue una táctica brillante, te detengas y analices si se encuentra alineada con tus objetivos, y sí llevándola a cabo, tendrás la capacidad de ‘’alimentar’' este plan estratégico.

Basa tus acciones en conocimiento, no en impulsos ni tendencias

No actúes en piloto automático | Foto: Manuela Villegas

El objetivo general debe definirse:

  • De forma clara: objetivos concretos que no confundan o den vía libre a interpretaciones.
  • Medibles: formulados de forma que tengan un resultado alcanzable.
  • Reales: referidos a procesos reales que se puedan observar.

Objetivos generales: apuntan a solucionar el problema general determinado en el planteo del problema. Es el resultado final que quiere alcanzarse con la tesis, es decir, la razón por la que se realiza la investigación.

Cuando escribas tus objetivos, recuerda:

  • Delimitar muy bien el tema, trata de evitar temas muy generales o ambiguos.
  • Transmitir en pocas palabras tu intención como investigador.
  • Ser realista en cuanto al presupuesto, tiempo, acceso a la información y tus capacidades.
  • Tener presente que tus objetivos deben enfocarse en conseguir datos, plantear teorías y aportar conocimientos a un tema determinado.

Debe cumplir:

  • Qué
  • Cómo
  • Cuándo
  • Dónde
  • Para qué
  • Por qué

Usualmente, los objetivos generales de un proyecto son los que le confieren su propósito, puesto que se trabajan desde “para qué” o “el porqué” de esta meta en un tiempo determinado.

Objetivos específicos:

División estratégica para el cumplimiento de la acción general.

  • Marketing | Comunicación Entorno de venta
  • Producto | Innovación o cambios
  • Sales | Performance de venta
  • Branding | Comunicación de la marca

Son las aspiraciones o propósitos que se pretenden lograr, exponen de manera clara y precisa los alcances y resultados que se desean obtener en las diferentes etapas o fases, del trabajo, bien sea que se realice una investigación, un proyecto, en la producción, etc.

Los objetivos específicos deben ser precisos, evaluables y viables, deben estructurarse con verbos en infinitivo que se alcancen a verificar, evaluar y refutar en determinado momento. Para iniciar su planteamiento, es necesario tener definido el o los problemas, el campo a estudiar, el objeto de estudio, el tema, y en un proyecto o empresa los alcances a obtener.

Al establecer los objetivos específicos se deben considerar hacerlo dentro de las siguientes características:

  • Deben ser cuantificables o medibles.
No actúes en piloto automático | Foto: Manuela Villegas
  • Debe establecerse su alcance en un determinado tiempo, es decir definir en qué tiempo se llevarán a cabo.
  • Deben ser realistas, es decir dispuestos para ser alcanzados, para no correr el riesgo de caer en la desmotivación y el fracaso.
  • Deben proponer ciertos retos. Lo realista no quiere señalar que impida crecer.
  • Deben ser claros, precisos a fin de evitar la ambigüedad, deben evitarse expresiones que se presten a confusión o que se presten a diferentes interpretaciones.
  • Deben ser estratégicos, deben enlazarse y soportar el objetivo general, explicar en diferentes logros y fases cómo lograr ese reto, es decir que puedan fungir como un camino a seguir.
  • Debe ser guía y establecer límite en cuanto a los recursos disponibles.
  • Deben dirigirse a elementos básicos de una problemática.
  • Deben seguir un orden o lineamiento metodológico que involucra resultados concretos.
  • Se superan en diferentes etapas, y son a corto y mediano plazo.
Planifica para el éxito | Foto: Manuela Villegas

Las estrategias de marketing definen cómo vamos a alcanzar los objetivos de la empresa y nos ayudan a coordinar los diferentes aspectos implicados en una campaña, desde el creativo hasta el financiero. Así, la estrategia es como el mapa que ayuda a todas las personas de la empresa a remar en la misma dirección. Te contamos qué elementos componen una estrategia de marketing, cuáles son los tipos más eficaces y cómo llevarla a la práctica.

Una estrategia de marketing es el proceso que permite que una empresa se centre en los recursos disponibles y los utilice de la mejor manera posible para incrementar las ventas y obtener ventajas respecto de la competencia.

Experimentación de marketing

Experimentación del marketing digital | Foto: Manuela Villegas

La experimentación de marketing no es un término nuevo, consiste en hacer una investigación de mercadeo y llevarlo a la práctica teniendo como resultado lo que a los prospectos les agrada y no. Para crear una experimentación de marketing es importante tener en cuenta que existen estrategias de optimización y experimentación que te ayudarán a conseguir mejores resultados:

  • Operación de ventas
  • Marketing de crecimiento
  • Marketing de resultados
  • Ciencia de marketing

Para llevar a cabo este proceso se emplea un círculo de experimentación el cual nos ayuda a realizar y entender cada paso que se realiza.

Cada paso está diseñado para entender y analizar cuál es el objetivo de la empresa, con el fin de que el equipo se sienta libre de expresarse, proponer ideas, o sugerir algún cambio que permita resolver, optimizar y aprender en cada momento, sin tener miedo de fracasar, a esto le llamamos cultura de experimentación.

Una cultura de experimentación es muy útil para lograr que tu equipo de trabajo esté cómodo y sea más productivo, además nos proporcionan datos significativos que nos ayudan a determinar qué les agrada más a los prospectos, visitantes o leads.

Conocer y tener una cultura de experimentación nos alienta a innovar en las campañas para atraer y satisfacer las necesidades de los leads, así como también crear un canal de marketing adecuado para ellos.

Tipos de estrategia

  • Fidelización y recomendación
  • Comunicación 1:1
  • Contenidos redes sociales
  • Inbound
  • Outbound
  • Marketing de contenidos
  • Account-based
  • Afiliación
  • Influenciadores ó voceros expertos
  • Flywheel

¿Cómo lo ejecutamos?

Planteamiento estratégico del target en función de la estrategia:

  • Entendiendo el recorrido del consumidor
  • Entendiendo cómo buscan los usuarios
  • Manejo Eficiente del presupuesto – Basado en oportunidad y valor
  • Constante Prueba – Dispositivos, plataformas, copys, keywords y ranking de anuncios
No actúes en piloto automático | Foto: Manuela Villegas