Con todo en contra, la administradora de empresas Milena Roldán demostró que es posible superar las malas sociedades tanto en los negocios como en la vida en pareja. Con su exesposo adquirió una franquicia internacional de depilación para montarla en Colombia, pero después de cinco años no pudieron continuar por incumplimientos de la contraparte y a eso se sumó el divorcio.

De un momento a otro se vio sin empresa, con empleadas que dependían de ella y equipos que no estaba usando. “Eso fue un gran desafío, pues tenía que comenzar de nuevo, pero sola y con una marca nueva. Lo logré en un mes. Con ayuda de amigos llegué al nombre de Chao pelos, porque es lo que vendemos y así comenzó este nuevo negocio”, recuerda.

Milena Roldán, fundadora de Chao Pelos | Foto: Chao Pelos

Eso ocurrió en septiembre de 2018. La empresa empezó a estabilizarse cuando ya tenía dos sedes, pero llegó la pandemia y de nuevo otra crisis, pues fue necesario cerrar. “En ese momento sí entré en depresión. Cinco empleadas dependían de Chao Pelos y lo que hice fue leer el libro del Club de las 5 de la mañana, cumpliendo sus indicaciones al pie de la letra. Así fue como decidí empezar a invertir más y cambiar el modelo de negocio”, recuerda Milena.

Su propuesta no sonaba muy sensata en medio de las cuarentenas, cuando las personas no podían salir de viaje o tener actividad social que les volviera necesaria la depilación. No obstante, le dio resultado: empezó a vender paquetes prepago de sus servicios, ‘compre ahora y use después’ y así, con todo y que su negocio estuvo cerrado durante ocho meses en 2020, ese año logró crecer un 20 %.

Aprovechó los meses en que no pudo abrir sus puertas para mejorar sus sedes y en 2021 empezó a hacer efectivas las preventas. Las agendas se llenaron y con la capacidad al 100 % se lanzó a abrir una tercera sede. Esta vez le apostó a un centro comercial, aprovechando que por la pandemia había locales vacíos y bajaron los precios de los arriendos.

De esta manera, en julio de 2021 abrió una sede en Centro Mayor, uno de los centros comerciales más visitados de Bogotá y luego, en octubre, tuvo su cuarta apertura en el centro comercial Santa Fe. Después vino Plaza de las Américas. El local más reciente lo abrió en abril pasado en el centro comercial Nuestro Bogotá.

Milena hoy ya emplea a 40 personas que se han beneficiado del interés de muchos consumidores de ponerse al día en tratamientos estéticos que dejaron en pausa durante la pandemia.

Foto: Pantherstock

Muy competido

El negocio de la depilación láser está de moda en todo el mundo, al tiempo que registra una importante reactivación tras la crisis sanitaria por la covid-19. Cifras de la consultora Fortune Business Insights indican que en 2020 el tamaño global de este mercado fue de 483 millones de dólares, lo que implicó una caída de 12 % frente a un año atrás, pero su expectativa es que en 2021 se recuperó a 549,6 millones y en 2028 alcance 1.619 millones de dólares.

Milena dice que su apuesta para diferenciarse es ser cercanos a los clientes, garantizar la bioseguridad y tener un buen grupo de coequiperos, que es como llama a quienes trabajan con ella.

Así mismo, se ha dedicado a reinvertir sus ganancias, pues tiene proyectado un plan de expansión de 10 nuevas sedes este año, que estarían en ciudades como Cali, Medellín y Bucaramanga. Incluso considera llegar a Estados Unidos, pues ya ha tenido ofertas de la mano de un socio.

Depilación láser | Foto: Archivo Semana

Milena también trabaja en la creación de un call center para solidificar los tiempos de respuesta a sus clientes. Por ahora, no ha contemplado ‘franquiciar’ Chao Pelos, aunque sabe que esa es una herramienta que permite crecer rápido, pero no cree que sea la más fácil. Aclara que no quiere perder el control del negocio.

“No hay nada sencillo en ser empresario, siempre decimos que en la medida en que uno transmita liderazgo el tema va a funcionar, pero hay que ir más allá. Se debe transmitir el cariño que uno le tiene a la empresa, ser un convencido del servicio al cliente y de la efectividad del producto”, así resume Milena su estrategia para remover pelos y los prejuicios con respecto a la posibilidad de reinventarse después de un fracaso.