Como muchos jóvenes profesionales, Julia Flórez estaba a punto de graduarse y necesitaba decidir hacia dónde enfocar su carrera como economista, pero, a diferencia de sus colegas, decidió que su camino no iba a estar en ser empleada, ni en montar su propio negocio, sino en ayudar a otros a lograr esas metas.
Así, en septiembre de 2022, con la ayuda de un desarrollador web, creó un Marketplace, que inicialmente buscaba apoyar a los nuevos empresarios en la consecución de crédito, que es quizás una de las tareas más arduas a la hora de hacer empresa. El primero a quien pudo ayudar fue un emprendimiento de café, al cual asesoró en la estructuración de su plan de negocio, lo que a su vez le facilitó el acceso a financiación.
Posteriormente, entre abril y marzo de 2023, Julia se da cuenta de que también puede brindar asesorías en temas de branding y marketing, en especial a emprendedores de las regiones del país, en donde usualmente hay una menor oferta académica en temas empresariales.
De esta manera, su proyecto universitario poco a poco se fue convirtiendo en una empresa a la que bautizó Workcango, hoy una plataforma de network que conecta a empresas, emprendimientos-startups, freelancers, inversionistas y personas naturales a través de servicios y proyectos.
Justamente para ampliar su cobertura, Julia se asoció con otras personas y en conjunto le apostaron a crear una academia digital para emprendedores, ya tienen inscritos a 4.000 y por el programa académico han pasado más de 250, muchos de los cuales están en ciudades intermedias como Cúcuta, Yopal y Arauca, y hoy ya tienen sus negocios andando.
“Por medio de la tecnología hemos podido llegar a muchos emprendedores y la meta no es solo ayudarlos a que arranquen, sino también a que sobrevivan, pues las estadísticas en ese frente no son positivas. Se estima que, de las empresas creadas en 2022, el 46 % murió en 2023″, explica Julia, quien apenas tiene 24 años.
Al trabajar con emprendedores y soñadores como ella, ha descubierto que el principal error que cometen muchos y que afecta su supervivencia es no estudiar bien el mercado que quieren atender, lanzando productos a la ligera, que en muchas ocasiones no tienen los resultados esperados. “La financiación se logra cuando un proyecto ya está muy aterrizado, se requiere tener un producto o servicio con un mínimo viable”, explica y dice que en su propio proceso como empresaria también ha aprendido que la clave está en armar buenos equipos de trabajo (con ella ya son 17 en Workcango).
Otra de las ofertas de esta plataforma empresarial es la de facilitar la búsqueda de perfiles laborales de calidad para las pymes. Su enfoque está en la contratación de trabajadores por prestación de servicios y objetivos pactados. La idea es que en el Marketplace los empresarios puedan seleccionar a los candidatos y utilizar un seguro que garantice la calidad y entrega de los servicios contratados. ”Comprendemos los desafíos que enfrentan los emprendedores en Colombia y deseamos colaborar estrechamente con ellos para estructurar sus proyectos y convertirlos en realidades exitosas en todos los aspectos”, reitera Julia.
El siguiente paso con Workcango, que ya cuenta con dinero de aceleradoras como Upview Ventures, que tiene el 17% de la compañía, es iniciar su expansión internacional hacia Latinoamérica.
Julia aspira a cerrar 2024 con 10.000 usuarios registrados y 1.000 empresas desarrolladas. Basa sus expectativas en el buen momento que vive el emprendimiento en el país, pues en América Latina, Colombia figura como el cuarto ecosistema más fuerte a nivel regional, detrás de Brasil, Chile y México. Además, Bogotá y Medellín se han consolidado dentro del top 10 de las mejores ciudades para emprender en América Latina, mientras que otras siete urbes colombianas ingresaron al top 1.000 por primera vez.