Con el propósito de tener casas o apartamentos listos en tiempo récord, constructoras en el país empiezan a centrar su atención en la búsqueda de tecnologías que aceleren los tiempos de ejecución de obras y reduzcan el desperdicio de materiales, con el fin de llevar esta industria al siguiente nivel.
Tal vez para muchos, la idea de tener completa una vivienda en menos de 10 días parece irrisoria en este momento, puesto que los tiempos aproximados de una obra, por bien que le vaya a los ingenieros, no se bajan de seis meses. No obstante, en Colombia ya se están dando los primeros pasos para que esto suceda.
Uno de los desarrollos que actualmente va a la vanguardia de este trabajo es la impresora 3D de ConConcreto, la cual traslada la tecnología que actualmente se utiliza para el diseño y realización de un sinfín de piezas, al mundo de la ingeniería y la construcción de obras civiles.
Alejandra Carmona, directora de Innovación de esta firma, sostuvo que las investigaciones para este avance iniciaron en el año 2016 y que tras varios años de “ensayo y error”, lograron crear los equipos y materiales necesarios para imprimir una casa con este sistema, ahorrando mucho tiempo, si se compara con la forma convencional con la que se hace hoy en día.
“Empezamos con pequeñas piezas decorativas y conforme teníamos éxito, pasamos a generar mobiliario para el hogar como mesas o sillas y hace poco nos arriesgamos a construir nuestra primera casa, la cual es un ícono de la innovación y la persistencia. Esto no ha sido fácil, pero gracias al talento y a quienes han creído en que esto es posible, hemos avanzado de la mejor manera”; explicó Carmona.
El primer gran logro de esta empresa colombiana se llamó Origami, un módulo habitacional de 23 metros cuadrados, que se fabricó en la ciudad de Medellín, usando en un 100 % esta tecnología. Según ConConcreto, el tiempo de construcción de esta obra fue de apenas 27 horas.
“De igual forma la convertimos en una casa totalmente autosustentable, que no necesita conexiones a redes eléctricas, gracias a sus paneles solares, y que de una u otra forma es la primera apuesta por demostrar que sí es posible imprimir casas en tiempo récord”, agregó la Directora de Innovación de ConConcreto.
Julián Saldarriaga, profesional de innovación de esta empresa antioqueña, explicó parte del funcionamiento de esta máquina, la cual funciona con tecnología de peso vertical, ajustada por medio de escalas, al terreno o superficie en la que se vaya a trabajar. Pese a que la composición de la mezcla está protegida bajo el “secreto industrial”, asegura que es igual de resistente que la mampostería.
“Al funcionar con el modelado 3D, se permite jugar un poco más con las maneras, lo que también marca la diferencia desde lo arquitectónico, nosotros básicamente ingresamos los planos, en los que tenemos en cuenta el tamaño del lugar en que vamos a construir y el diseño la obra y después de eso es estar pendiente de que la máquina empiece a trabajar”, explicó este profesional.
Pese a que por el momento ConConcreto señala que no contempla la comercialización de viviendas construidas con esta técnica, debido al alto costo de fabricación, manifestaron que están trabajando precisamente en ese punto, la economía, para poder entrar al mercado en un mediano o largo plazo, en el que incluso sueñan con apostarle al desarrollo de grandes edificios, en poco tiempo.
“Las casas que se han construido con esta impresora cumplen todas las normas de sismo resistencia que contempla la legislación nacional, sin embargo, sería bueno que en el futuro se pensara en otras reglas para este tipo de desarrollos, las cuales incentiven a las empresas a que generen este tipo de innovación”, concluyó Alejandra Carmona, directora de Innovación de ConConcreto.