Una escena común en muchos establecimientos comerciales del país, particularmente en los más pequeños, es que no se otorgan descuentos ni precios especiales cuando se paga con tarjetas débito o crédito; ese beneficio es para los que pagan en efectivo. Y aunque los consumidores siempre están buscando la opción menos costosa, cada vez hay más personas que solo usan el dinero plástico, por comodidad o porque necesitan financiarse con una tarjeta de crédito.
Esas personas implican menos ventas para los comercios que no reciben tarjetas y su principal razón para no hacerlo son los costos derivados de tener un datáfono. Ante esta realidad, un emprendedor que había participado en el desarrollo de PayU (la fintech de pagos colombiana que se volvió una multinacional) vio una oportunidad para lanzar un nuevo negocio.
Se trata de José Vélez, quien en mayo de 2019 le dio vida a Bold, una fintech que ofrece datáfonos móviles con los que busca hacer inclusión financiera entre micros y pequeños empresarios. Su propósito es ayudar a crecer a este tipo de compañías, que son la mayoría en el país.
Vélez y su equipo se demoraron un año haciendo el sistema y desde hace casi tres empezaron a vender su producto. Ya tienen 300.000 clientes recibiendo pagos con su datáfono, la mitad está en Bogotá, pero cuentan con presencia en todo el país. Han procesado 4 billones de pesos y la propuesta de valor es bastante sencilla: “dejar de perder ventas en un país en donde cada vez más gente quiere manejar menos efectivo”, reitera Vélez.
En el pasado, las empresas de pagos que vendían datáfonos cobraban más barato entre más aparatos tenía un comercio, por eso le salía más económico a una cadena de supermercados que a una pequeña tienda de barrio. Vélez explica que en la pasada reforma tributaria se solucionó parte del problema de los costos, pues Colombia es uno de los pocos países del mundo que tiene impuestos a la recepción de pagos electrónicos. Estos pagan retención en la fuente, IVA e ICA, la tributaria eliminó la retención en estas transacciones y así se pueden igualar las condiciones para pequeños negocios y grandes cadenas. Ese proceso se encuentra en plena implementación.
La apuesta de Bold es vender cada datáfono a 59.000 pesos y el empresario que lo compra no tiene ninguna obligación de uso, decide cuándo utilizarlo y el proceso de inscripción tarda media hora. Luego de eso es solo conectar el datáfono a un celular y se pueden empezar a recibir pagos.
“Tenemos nuestra fuerza comercial que constantemente visita clientes, también vendemos a través de nuestra página web y contamos con más de 25 pequeños puntos de venta en centros comerciales de Bogotá”, explica el fundador de Bold y dice que la cantidad de datáfonos que compra cada comercio depende de su tamaño. Usualmente, muchos optan por un aparato para el local y otro para el domiciliario.
No solo pagos
Vélez indica que no ve a su empresa solo como un facilitador de pagos, sino como un ecosistema de servicios financieros para las empresas, cuyo primer producto es el datáfono, pero que a futuro piensa lanzar cuenta bancaria y crédito. Para lograr ese objetivo están en proceso de convertirse en una entidad financiera. Desde hace un año se constituyeron en compañía de financiamiento y están esperando que les den la licencia respectiva, la cual prevén tener hacia julio o agosto de este año.
“Así podremos ofrecerles cuenta de ahorro, para que los empresarios reciban allí el dinero de los pagos y crédito de corto plazo y capital de trabajo. De hecho, ya hemos logrado tramitar más de mil créditos a pequeños microempresarios, usando la información de pagos que reciben en el datáfono”, precisa este emprendedor, quien escogió el nombre Bold para su empresa porque es una palabra que en inglés significa audaz, una característica de todo empresario.
Además, de los datáfonos, Bold ofrece links de pago (que permiten hacer pago virtual) e incluso pueden recibir pagos desde el exterior en caso de compañías exportadoras.
El mercado de esta fintech será el colombiano, pues su fundador considera que la mejor estrategia consiste en enfocarse en un solo país y buscar un gran tamaño, en vez de tener posiciones incipientes en otras economías. Agrega que en Brasil, que es un buen mercado de referencia, una empresa tiene 7,5 millones de clientes, que extrapolando a Colombia le daría Bold un mercado de 1 millón de usuarios.
Actualmente, Bold emplea a 800 personas y esperan alcanzar la rentabilidad en dos años. Sus datáfonos son fabricados en China, pero el diseño es colombiano, de hecho tienen una particularidad y es que vienen con una correa, lo que hace que muchos de sus usuarios se los cuelguen como si fueran un carnet.
Sus clientes están en todas las actividades económicas, pero la mayor parte (50 %) son negocios que venden comida como restaurantes y cafeterías. Así mismo están creciendo entre el gremio de taxistas, en especial en las ciudades turísticas como Cartagena y Santa Martha, donde llegan muchos extranjeros que solo pagan con tarjeta.
Vélez no duda en afirmar que su aspiración es convertir a Bold en una especie de banco digital para microempresarios.