Las pequeñas y medianas empresas (pymes), en conjunto con las micro, son actores estratégicos en el crecimiento de la economía nacional, debido a los aportes que realizan como grandes dinamizadoras del mercado laboral y son claves en el fortalecimiento de la productividad nacional; por lo que son responsables de la generación del 40 % del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano.

De acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), para el año pasado se registró la existencia de 5,4 millones de MiPymes, que ocupan alrededor de 21,4 millones de personas; siendo comercio y servicios, los sectores económicos que concentran el mayor número de empresas de estas características en el país.

No obstante, estas empresas enfrentan una serie de desafíos que, en muchas ocasiones, afectan su permanencia en el mercado. Según datos de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), al completar el primer año de operaciones, solo 64 % de las MiPymes continúa funcionando; mientras que el 60 % termina cerrando sus puertas después de cinco años de actividades.

Para contribuir al fortalecimiento y competitividad de estas empresas, Colombia Productiva, entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, dio a conocer los diez errores que las hacen menos productivas, al tiempo que entrega sugerencias para superar estos obstáculos.

En primer lugar, es importante el dejar de acumular inventario innecesario, lo cual, no solamente se constituye en riesgo de pérdida de recursos, sino también de dinero. Por esta razón, la mejor manera de corregir esta situación es mantener un control, sobre las materias primas, productos en proceso y productos terminados.

Con base en lo anterior, se generan otros dos errores como son el desperdicio de materias primas y no saber manejar los tiempos de producción. En el caso de las materias primas, es necesario revisar los procesos internos para medir cuántos de los insumos se están desechando y cómo esto se puede traducir en ahorro. Mientras que sobre los tiempos de producción, que afecta el cumplimiento de fechas de entrega, es necesario identificar qué es lo que se requiere y cómo se obtendrá, donde la clave es saber planear con antelación cada uno de los pasos de la producción.

Un cuarto error es no medir los factores claves de la producción, donde no realizar un seguimiento adecuado de estos, impide que se hagan mejoras; por lo que Colombia Productiva recomienda el establecimiento de indicadores que permitan tener una línea base para mejorar la productividad y, a su vez, la rentabilidad.

También se debe fortalecer las relaciones con los proveedores, siendo este otro de los errores que afectan a las MiPymes. Aquí, lo importante es que se trabaje de la mano, identificando oportunidades para el presente y futuro, y esencial, que lo que se provea esos socios comerciales sea de calidad.

Para que las pequeñas y medianas empresas sean competitivas, es necesario que le apunten a la reducción de costos, y a optimizar los tiempos de producción y de recursos, tanto materiales como de trabajadores. | Foto: AntonioGuillem

Lo anterior da pie para el sexto error común entre este tipo de empresas, y es que en muchas ocasiones, no cumplen con los requerimientos que le exige el mercado para su producto. Esto se traduce en disminuciones no únicamente de la productividad, sino de las ventas; por lo que apremiante el estandarizar los procesos y crear filtros o controles para verificar que esos estándares sí se están cumpliendo.

Un séptimo error es que se da un mal uso a los equipos, lo cual, desencadena pérdidas de dinero y tiempo o altos costos de funcionamiento y de consumo de energía, que disminuyen la productividad. “Procure capacitar a su personal sobre el manejo adecuado de la maquinaria para que le saquen el mejor provecho”, destaca la entidad.

Así mismo, las empresas incurren en el error de comprar equipos que no se ajustan a sus necesidades, lo que resulta ser una inversión ineficiente; por lo que, antes de realizar cualquier tipo de adquisición, es importante revisar que la actual esté a tope de su capacidad y que, de verdad, dicha compra es absolutamente necesaria.

Y, finalmente, los dos últimos errores comunes corresponde, por una parte, a no saber medir los niveles de satisfacción, quejas y reclamos de los clientes; donde la clave es generar canales que permitan atender estas situaciones con el ánimo de corregir las fallas y que con ello se fortalezca la fidelización y recompra. Mientras que lo otro, es mantener productos que no son rentables.

“En ocasiones, las empresas mantienen la producción de bienes y/o servicios que, sin darse cuenta, están ocasionándoles pérdidas a la compañía, principalmente, porque su demanda ha disminuido en el mercado o sus costos de producción se han elevado considerablemente. Hacer análisis de rentabilidad de cada uno de los productos de su empresa, cruzar los datos y confrontar cuáles son los que verdaderamente le dan valor a la compañía, disminuirá los riesgos de pérdidas”, puntualiza Colombia Productiva.