SEMANA: ¿Por qué sumarse a una iniciativa como Women Working for the World?
Carolina Nieto: Para la Cámara de Comercio es un honor sumarse a esta iniciativa en la que reconocemos el camino que tiene la fundación Juanfe empoderando a mujeres y generando ese tipo de discusiones tan importantes en torno al mundo empresarial, al mundo de las organizaciones, pero sobre todo enfocado en el empoderamiento de la mujer, que es vital hoy en día. Nos sumamos a esta plataforma porque creemos que es una de las mejores oportunidades para seguir inspirando a otras mujeres, seguir visibilizando la labor que tanto hombres como mujeres están haciendo en todo el tema del empoderamiento de la mujer.
Para la Cámara de Comercio es fundamental generar conocimiento y herramientas que sean útiles para que las mujeres puedan emprender, puedan ser cada día mejores, no solamente empresarias, sino que también en el mundo laboral puedan de alguna forma tener un mejor desempeño y empezar a romper todos esos techos de cristal que nos ha puesto la sociedad en el transcurso de estos años.
SEMANA: Desde la Cámara de Comercio, ¿cómo apoyan a las mujeres empresarias y emprendedoras?
C.N: En la Cámara de Comercio, nuestro propósito es ayudar a todos los empresarios, y sobre todo al 95 % de los empresarios que están representados en las pequeñas empresas. Nuestro propósito es ayudarlos gratuitamente con herramientas para que puedan tener un mejor desempeño en sus empresas.
Con respecto a las mujeres, hay algo muy interesante de lo que nos hemos dado cuenta a través de los cursos que ofrecemos y es que las mujeres cumplen todas las metas que se proponen en tiempos más cortos que los hombres. Y nosotros estábamos dando cursos muy largos para las mujeres, ya que les dedican tiempo a otras actividades también.
Por eso creamos tres rutas de activación en las que estamos acompañando a las mujeres en la parte de emprendimiento. Si una mujer tiene una idea de negocios, quiere emprender, quiere empezar a tener esa idea para un tema productivo. Las estamos ayudando en todas las etapas: desde que tienen la idea de negocio hasta que quieran formalizar su negocio para tener un mejor desempeño. Hay muchas mujeres que ya vienen teniendo sus negocios, pero que aún no son formales, por lo cual están desperdiciando un mundo de beneficios que te trae la formalidad, no solamente porque genera confianza para la realización de un montón de negocios, como para estar en plataformas como Bazzarbog, que es una plataforma de la Cámara de Comercio para vender por internet, pero también ayuda a acceder a muchos beneficios del Estado que en este momento pensamos que son fundamentales.
Por último, también estamos ayudando a las mujeres empresarias a reinventarse en los negocios. Ahorita lo que vimos con la pandemia es que muchos de los negocios y de las actividades productivas se cerraron o estuvieron en dificultades, y la Cámara de Comercio ha estado ahí para decirles a las mujeres cómo pueden reinventarse, cómo pueden innovar en esa idea de negocio que ya tenían, pero de pronto por algunas de las coyunturas tuvieron que buscar otras salidas. Ahí estamos acompañándolas de manera gratuita en estas rutas de reactivación para las mujeres. Pueden acceder por medio de nuestra página web www.ccb.org.co y mirarlo por cualquiera de nuestras redes o líneas telefónicas.
SEMANA: La Cámara tiene un trabajo con emprendimientos de mujeres. ¿Cuál es el proyecto y cuáles son sus avances?
C.N: Parte de la misión de la Cámara de Comercio es ayudar a los empresarios. Venimos trabajando con eso hace muchísimos años y hemos estado trabajando en unos proyectos específicamente para las mujeres. El año pasado lanzamos un programa que se llama Mujeres Tech. Este es un acelerador para empresas lideradas por mujeres que tengan un componente de tecnología, por supuesto porque creemos que ahí hay un gran potencial para que se genere un desarrollo grande en ellas. Esto lo llevamos haciendo con consultores que también están acompañando a muchas mujeres en emprendimiento. Tenemos un mundo de cursos que no solamente están enfocados en temas de innovación, sino que acompañan a mujeres emprendedoras en temas como el manejo de su equipo, de contabilidad, de cómo llevar sus finanzas, de planeación… Entonces, sin duda la Cámara de Comercio tiene un gran compromiso.
La idea es poder ajustarnos mucho más a las necesidades de las mujeres, entendiendo que la pandemia afectó significativamente a las mujeres empresarias, por toda la carga, además, que tienen en los labores del hogar y el tiempo que puedan invertir para capacitarse y mejorar sus negocios. Entonces, nuestra apuesta es generar mejores productos que acompañen a las mujeres de manera gratuita, entendiendo cada vez más sus necesidades. Ya estamos mirando cómo analizamos eso teniendo toda la retroalimentación de las mujeres que han hecho nuestros cursos. Nos ha dado una grata sorpresa ver que las mujeres son muy juiciosas en hacer estos cursos y cumplir las metas; ellas las cumplen más que los hombres. Tal vez nuestros cursos pasados tenían una duración muy larga, entonces las mujeres no podían participar todo el tiempo. La idea es, sin duda, crear unas herramientas que se acoplen a la realidad de las mujeres empresarias.
SEMANA: ¿Por qué apostarle a la equidad de género?
C.N: Es una pregunta importantísima. Sin duda, la razón más importante es porque tenemos una deuda histórica como sociedad con las mujeres. Tenemos unas cifras que ustedes conocen de las mujeres en posiciones de liderazgo, de la diferencia que hay entre los rangos salariales entre hombres y mujeres, los techo de cristal… Hay un sinnúmero de razones por las cuales tenemos que apostarle a la equidad de género. Es una decisión que debemos tomar todos, y lo digo porque en la Cámara de Comercio empezamos a tomar decisiones que sin duda han mejorado la equidad de género. Por ejemplo, ampliar los días de ausencia de paternidad para los hombres, porque creemos que ahí empezamos a generar una gran equidad en las parejas y en las familias. Empezamos a tomar decisiones de incluir a más mujeres en juntas directivas porque creemos que, además, la equidad de género es tener una mayor diversidad en nuestras juntas directivas. Sin duda, es un buen negocio.
Apostarle a la equidad de género es una responsabilidad tanto de hombres como de mujeres. Esto no lo podemos hacer solo las mujeres, ni tampoco los hombres por las mujeres. Esto lo tenemos que hacer de manera conjunta, entendiendo que muchas de las cosas que han pasado son culturales, no intencionales. Pero, entendiendo que sí tenemos la responsabilidad de cambiar y de tener decisiones y actitudes que cambien esta realidad. Si nosotros no hacemos nada, y dejamos que esto pase, no vamos a superar esta inequidad de género que tiene tantas repercusiones para la sociedad.