A pesar de las dificultades que trajo consigo la pandemia de la covid-19, la reactivación económica en el territorio nacional ha tomado gran impulso respecto a la creación de nuevas startups y emprendimientos.
Es así, como por medio del informe Colombia Tech Report 2021 entregado por KPMG sobre el panorama de las startups en el país, se indica que “actualmente existen 1,6 millones de empresas, siendo 1,3 % de ellas grandes empresas (6.000), responsables del 66,6 % de los empleos formales. El 92 % (1,5 millones de empresas) son microempresas responsables del 15 % de los puestos formales de trabajo, y el 6,7 % son pequeñas y medianas empresas (109.000)”, cita dicho documento.
De esa manera, para que estos nuevos emprendimientos sigan generando grandes ingresos y empleos, es que se hace necesario elaborar una buena estrategia de relaciones públicas, con la que se pueda posicionar, diferenciar y consolidar la marca en la mente del consumidor o usuario final, para estar presente en el top of mind de la industria en la que estás operando y hacer el negocio más rentable.
Vale mencionar que con el crecimiento de las plataformas digitales, surgió un nuevo término, scaleup, que se refiere, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), a empresas que tienen un rendimiento anual en promedio de al menos 20 % en los últimos tres años y cuentan con cerca de diez empleados al comienzo del período o tal vez, menos.
Al respecto, Hans Goecke, especialista en comunicaciones y CEO de Prenseable, incubadora comunicacional para startups y emprendimientos, expresa que: “Hoy en día, en un mercado tan competitivo, es muy importante poder transmitir a nuestros stakeholders quienes somos, que hacemos y principalmente nuestros diferenciadores. Esto sin duda nos permitirá de manera orgánica hacernos un espacio en el pensamiento de nuestro público objetivo”.
En ese sentido, brindan cuatro consejos para posicionar los negocios de los centenares de emprendedores que hay en el país y lograr reconocimiento.
1. Se debe estar listo: antes de iniciar cualquier tipo de comunicación, el emprendedor se debe asegurar de estar preparado. Si el producto no es la mejor versión de sí mismo, no se tendrán buenas críticas y muy probablemente se experimentará un contragolpe negativo de la prensa.
2. Establecer la identidad y definir lo que los hace notables y distintos. Una de las principales preguntas que se deberán responder es “quién eres, pero ¿sabrías responder tú?”. Por lo que se debe establecer la identidad (¡pocas empresas nuevas piensan en ello!) y diferenciarse de los demás para ser atractivo. Para ello vale la pena preguntarse al interior de cada compañía:
¿Cuáles son nuestros valores?
¿Cuál es exactamente la cultura empresarial?
¿Qué nos hace diferentes de la competencia?
¿En qué somos expertos?
¿Estamos haciendo algo que nadie más hace?
Si se quiere resaltar frente a los ojos de la prensa, inversionistas y el objetivo demográfico, se debe tener una buena historia para compartir quién se es y cómo se inició el emprendimiento.
3. Asegurarse de que el CEO tenga visibilidad: el fundador o CEO es el que trabaja para modelar la imagen de la empresa, marca y cultura. Por lo tanto, él o ella necesita ser accesible y visible para la gente; es la cara del negocio y seguramente su historia tiene elementos positivos a destacar en el plan de relacionamiento con los medios.
4. Las expectativas tienen que ser realistas: si se decide apostar por un servicio de relaciones públicas, no se puede pretender que para mañana millones de personas amen la marca. Construir una reputación es algo que toma tiempo y debe ser visto como una inversión a largo plazo. Una estrategia de relaciones públicas bien fundamentada no solamente logra de manera efectiva consolidar una buena reputación de marca frente al público objetivo, sino también ante posibles inversionistas e, incluso, futuros empleados.