Los negocios como bares, gastrobares y expendios de bebidas alcohólicas amanecieron sonando los cristales.
En el Congreso de la República quedó aprobada la reforma al Código Electoral, en la que se incluyó una medida que tumba lo que por casi 40 años había aplicado en Colombia: la ley seca durante todo el fin de semana en el cual se realizaban jornadas electorales en Colombia.
Entre los primeros que celebraron la medida estuvieron los bares, que se pronunciaron a través del gremio Asobares. Camilo Ospina, presidente de la junta directiva de esa agremiación, calificó la fecha de aprobación del proyecto de ley como “un día histórico para millones de colombianos y más de 365.000 negocios en el país”.
Según lo aprobado en la reforma al Código Electoral, la limitación a la venta de licores en elecciones, tradicionalmente conocida como ley seca, ya no aplicará desde un viernes, previo al domingo de las elecciones, sino solo de 6:00 a. m. a 6:00 p. m., únicamente el día de las elecciones.
¿Desde cuándo se aplicaba?
Fueron 37 años, desde 1986, que se aplicó en Colombia la ley seca que ahora se modificó en la reforma al Código Electoral. El artículo 206 señalaba una restricción en el expendio de licores, desde las 6:00 p. m. del viernes hasta las 6:00 a. m. del lunes posterior a la realización de los comicios.
Así las cosas, la última vez que se aplicará la medida, que ahora pasará a la historia de la manera como fue concebida en ese entonces, será en las elecciones de octubre.
En el décimo mes de este año, cuando se realizará la jornada democrática que busca el relevo de gobernadores y alcaldes en los departamentos y municipios del país, hubiera podido ser la oportunidad para el estreno de la modificación, sin embargo, quedó establecido que aplicaría para los comicios de 2026.
Por ahora, luego de las debidas aprobaciones en el Congreso de la República, a la reforma aún le falta cumplir requisitos: pasar el control previo de la Corte Constitucional y luego si, esperar a que el presidente de la República le estampe su firma.
¿Para qué existía la restricción?
La ley seca se concibió hace casi 40 años con el propósito de reducir la ocurrencia de situaciones de orden público, debido a la mezcla de licor con el apasionamiento político de muchos ciudadanos, lo que terminaba en riñas y hasta conflictos mayores, en los que salían afectadas las personas involucradas (heridos e, incluso, muertos).
Será un medidor de los avances en convivencia en Colombia
Asobares llevaba 16 años insistiendo en que, en el país, las circunstancias en las que se introdujo una ley seca tan drástica habían cambiado. De esa manera, impulsaban mesas de trabajo para promover las modificaciones a los decretos de horarios que establecían la restricción en la venta de bebidas alcohólicas por motivos electorales y, especialmente, por votaciones interpartidistas. Recientemente, el gremio se pronunció previo a la consulta interpartidista realizada en el país, en cuatro regiones. Esas jornadas en particular, tradicionalmente, han sido de poca participación ciudadana, en comparación con el efecto que producen en los establecimientos de servicio en los que se expende licor.
Pero eso sí, lo que se convirtió en la gota que llenó la copa fue la pandemia, durante la cual este tipo de negocios (bares, restaurantes, puntos del comercio relacionados con la venta de bebidas alcohólicas) tuvieron quiebras que llevaron a muchos al cierre. Mientras que Asobares sostenía que la ley seca se estaba llevando por delante una buena parte del desarrollo económico de las regiones, pues en la actividad en particular del sector “hay múltiples actividades que generan empleo y pagan impuestos, tanto nacionales como regionales”.
Asobares también ha argumentado la mejora en las condiciones de seguridad y convivencia, tema crucial que seguramente se pondrá a prueba tan pronto se estrene la nueva normatividad sobre la ley seca.