Según el Informe mundial sobre la brecha de género 2020 elaborado por Standard & Poor’s Global se necesitarán otros 100 años para lograr la igualdad de género en función del ritmo actual de progreso. Esta predicción se ha utilizado para impulsar a los gobiernos, ONG, asociaciones, inversores y empresas a actuar.
“De cara a la pandemia de covid-19 y la crisis económica, habrá que redoblar los esfuerzos si queremos evitar perder otros 10 años para lograr la igualdad de género”, afirmaron los investigadores.
Según la experiencia pasada, las desaceleraciones económicas no solo afectan de manera desproporcionada a las mujeres, sino que también hacen que los temas de igualdad de género se deslicen en las agendas gubernamentales y corporativas.
Las mujeres representan el 39 % de la fuerza laboral mundial, pero representaron el 54 % de la pérdida de empleos en mayo de 2020. Además, las mujeres están sobrerrepresentadas en los sectores más afectados por la pandemia, como la hostelería o las industrias de servicios alimentarios, lo que agrava aún más las desigualdades.
Estas desigualdades también afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos de mujeres, dependiendo de su género, raza, etnia, religión, clase, capacidad, sexualidad y otros marcadores de identidad.
En 2020, el discurso ha cambiado significativamente desde un enfoque en la diversidad de género hacia la inclusión en general. Sin embargo, “la falta de datos sobre otros indicadores de diversidad y cómo se cruzan con el género ha dificultado que las empresas y los inversores midan su desempeño e identifiquen de manera consistente las brechas en el dominio”, subraya el documento.
Como resultado de lo anterior, la mayoría de las iniciativas corporativas y financieras a gran escala tienden a centrarse todavía en las métricas de género convencionales.
Mujeres, cada vez en más juntas
El análisis encontró que el porcentaje de mujeres en los consejos de administración ha aumentado en todas las regiones durante los últimos años.
Los marcos regulatorios han sido un motor para aumentar la diversidad de género dentro de las empresas. La Unión Europea ha sido la más proactiva en este ámbito, al publicar una propuesta de directiva sobre la mejora del equilibrio de género en los consejos de administración ya en 2012.
Como resultado, seis estados miembros de la UE han adoptado cuotas vinculantes para la diversidad de las juntas de género: Bélgica, Italia, Portugal, Alemania, Austria y Francia. Otros nueve estados han recurrido a cuotas blandas y no vinculantes: Dinamarca, Irlanda, España, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Finlandia, Eslovenia y Suecia. El Reino Unido también ha establecido cuotas suaves. Grecia, que hasta entonces tenía una cuota flexible, anunció la adopción de una cuota vinculante del 25 % para finales de 2020.
Más allá de Europa, India emitió el Proyecto de Ley de Empresas en 2013 que exige que las empresas públicas tengan al menos una directora. Malasia adoptó una política en 2011 para que las empresas con más de 250 empleados tengan juntas directivas con al menos un 30 % de mujeres para 2016. Brasil todavía está estudiando una cuota para empresas estatales y de capitalización mixta. lo que les exigiría tener juntas directivas con al menos un 30 % de mujeres para 2022.
El número de mujeres en la junta es un indicador de desempeño de género fácilmente medible, lo que explica por qué esta es un área focal. Tener más diversidad en la junta puede romper las barreras de género al ampliar la “imaginación profesional” de las mujeres, brindarles modelos a seguir y aumentar su capacidad para proyectarse en roles de liderazgo.
Por lo tanto, un mayor número de mujeres en los consejos de administración puede instigar un cambio cultural y tiene un fuerte significado simbólico, lo que demuestra que las mujeres pueden ser líderes, según los expertos.
Iniciativas financieras
Cabe destacar las iniciativas financieras, que demuestran el desarrollo y los avances hacia la igualdad de género. En 2019, el total de ofertas de renta fija y renta variable disponibles públicamente en inversiones con perspectiva de género alcanzó más de US42.400 millones en subgestión de activos, indicó S&P.
El impulso para integrar la diversidad de género en los criterios de inversión ha aumentado a lo largo de los años: desde 2015 se han lanzado al menos 15 nuevos fondos de equidad con perspectiva de género que cotizan en bolsa, mientras que en 2017, Morgan Stanley alentó a los analistas a incluir puntajes de género en sus inversiones, mientras que en 2018 el State Street Global Advisors anunció que votaría en contra de las juntas directivas de hombres en los EE. UU., El Reino Unido y Australia a partir de 2020.
La inversión con una perspectiva de género está orientada a ir más allá de su enfoque actual en las empresas de gran capitalización y los mercados desarrollados, para establecer también expectativas en las empresas de pequeña capitalización y en los mercados en desarrollo.
Por ejemplo, un informe publicado en 2019 que analizaba 61 empresas que cotizaban en la Bolsa de Valores de Nairobi encontró que el 12 % de estas empresas tenían mujeres como directoras ejecutivas, en comparación con solo el 7 % de las empresas FTSE 100 y el 7 % de las empresas Fortune 500.