La pandemia del coronavirus trajo consigo una fuerte crisis para el mundo laboral. Tras el freno de actividades que implicaban aglomeraciones, muchas compañías, sin importar su modelo de negocio o su actividad productiva, tuvieron que adaptarse a nuevas dinámicas para seguir funcionando, mientras los científicos en todo el mundo diseñaban un antídoto para el mortal virus.
Una de las alternativas más adecuadas fue la del teletrabajo o trabajo en casa, pues las órdenes de los diferentes gobiernos locales obligaban a las personas a no salir de sus hogares y mantenerse allí seguras, para así evitar un contagio masivo y poner en riesgo a sus familias.
Sin embargo, dicha práctica también implicó un gran reto para las compañías, que no estaban preparadas ni contaban con los aplicativos o los equipos respectivos para que sus trabajadores desarrollaran las labores cotidianas y que realizaban en la presencialidad.
Tras varios desarrollos y meses de adaptarse a las nuevas dinámicas, el teletrabajo logró consolidarse en algunas empresas y en varios casos mejoró los indicadores, pues muchos de estos empleados podían descansar más tiempo o dedicarse más a sus familias, al eliminar los tiempos de desplazamientos entre su hogar y la oficina, que en ocasiones toman más de una hora.
¿Qué beneficio están eliminando las empresas en Colombia?
Tras poco más de cuatro años de la pandemia, son múltiples las compañías que aún mantienen el teletrabajo y que no esperan volver a retomar las actividades presenciales, dado el ahorro y el beneficio que esto representa en las finanzas de las compañías, que ya no deben adaptar espacios ni afrontar gastos de servicios públicos como energía, agua, entre otros.
Sin embargo, un estudio de la firma Cornerstore asegura que muy pronto se acabaría este beneficio en muchas de las compañías que operan en Colombia. El reporte Talent Trends asegura que este año el 62,65 % de las empresas del país optarán por adaptar modelos híbridos, alejados 100 % de la virtualidad. Esto quiere decir que las empresas definirán algunos días a la semana que se llevarán a cabo de forma presencial y otros que se llevarán a cabo desde el hogar.
Por otro lado, el modelo presencial será adaptado por el 30,75 % de las empresas y solamente el modelo remoto completamente será adaptado por el 6,63 %, un porcentaje considerablemente bajo.
¿Cómo serán los modelos híbridos que las empresas podrían adaptar?
El estudio precisa que, en cuanto a las modalidades híbridas, el esquema, que contempla 3 días presenciales y 2 días remotos, es el que más predomina, con un 45,19 %. Seguido a este se encuentra el modelo de 2 días presenciales y 3 días con modalidad remota, alternativa que representa el 30,29 %.
Finalmente, el esquema de 4 días presenciales y un día remoto alcanza un 14,9 %. El menos preferido es el modelo que contempla un día presencial y un día remoto, con una preferencia del 9,62 %.
“Estos datos revelan una clara preferencia hacia esquemas híbridos que equilibran la presencia física con la flexibilidad del trabajo remoto. La flexibilidad en la distribución de los días presenciales y remotos permite adaptarse a las necesidades individuales y optimizar la productividad”, indica el estudio.
¿Qué opinan los trabajadores?
Para muchos el panorama es oscuro e incierto, pues algunos han modificado sus rutinas y las de sus familias al trabajar desde casa, por lo que retornar a la presencialidad puede representar todo un reto.
El 62 % de los trabajadores preferirían quedarse en un trabajo con opciones flexibles, que aceptar un puesto mejor remunerado con estrictos requisitos de trabajo en la oficina. El modelo híbrido es el que gana más espacio con los colaboradores, pues estos prefieren aceptar un puesto con condiciones flexibles a uno con estrictos requisitos.