La reforma tributaria se alista para su segundo debate en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes, luego de su aprobación, casi a ‘pupitrazo’ por parte de las comisiones económicas del Congreso y desde ya se sienten las opiniones a favor y en contra de esta iniciativa que busca recaudar 22 billones de pesos el próximo año, metiendo la mano, principalmente, al bolsillo de las personas más ricas del país.
La eliminación de exenciones, el aumento de la base gravable, los nuevos impuestos a productos como las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados; han sido algunos de los cambios que no han caído muy bien entre los comerciantes y empresarios, quienes en diversas ocasiones han advertido que la situación no está para seguir apretando el bolsillo de los colombianos, como pasará con esta iniciativa.
Otra de las preocupaciones que se ha sentido con más fuerza es la del sector minero, ya que la prohibición de la deducibilidad de regalías se cambiará por cinco puntos adicionales en el impuesto de renta, es decir, que pasará del 35 al 40 %, mientras que para el impuesto del 10 % a las exportaciones de carbón y petróleo, se tendrá en cuenta el precio promedio de los últimos 20 años. Si se excede, el impuesto será del 20 %, un golpe más fuerte para el sector.
Para algunos expertos como Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), esta reforma tributaria está recargada en el sector minero-energético, y solo la industria minera aportará el 48 % del total de recaudo, es decir, 11,8 billones de pesos de los 25 billones de pesos que se esperan para 2023.
“Esto no es equidad tributaria en los aportes que todos los sectores económicos deben tener”, dijo y advirtió que de aprobarse estos gravámenes, se pone “en profundo riesgo, la viabilidad del sector minero colombiano, las inversiones futuras y la estabilidad de 640.000 familias que tienen relación directa o indirecta con este sector”.
Ahora bien, uno de los más recientes apoyos al sector minero y en contra de la reforma tributaria, llegó por parte del expresidente Álvaro Uribe, quien por medio de su cuenta de Twitter se despachó contra el cambio de impuestos propuesto por el gobierno y dijo que destruirá a miles de empresas, poniéndo en riesgo la estabilidad de miles de familias en todo el territorio nacional.
Uribe recordó que a diferencia de como pasa actualmente en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, OCDE, donde se deducen las regalías de los impuestos, Colombia entrará en una onda que aumentará los impuestos y terminará promoviendo la minería ilegal, el cual es un flagelo que atenta contra el medioambiente.
“Con los impuestos propuestos se cerrará la minería legal. Sin la reforma y ya los impuestos son bien altos. Los países de la OCDE deducen los impuestos (Regalías). Ver tablas”, dijo el expresidente en su mensaje publicado por medio de la red social.
El exmandatario de los colombianos aprovechó para publicar una serie de imágenes en su trino, en las cuales se compara la tasa de renta corporativa al interior de la OCDE y de en los países de América Latina, y en ambos se aprecia que Colombia está en el primer lugar, con los cobros más altos, por encima de otras naciones como Portugal, México, Costa Rica, Australia, Nueva Zelanda, Argentina o Venezuela.
La preocupación por lo que pueda pasar con la minería formal una vez se apruebe la reforma tributaria es tan alta, que el pasado jueves 13 de octubre, los empleados que laboran en empresas mineras de la región Caribe anunciaron que recogerán una serie de firmas para presentarlas al congreso de la república. El propósito es pedir un cambio en la reforma tributaria y que, según ellos, no amenace sus puestos de trabajo.
De acuerdo con los comités intergremiales de la costa, la reforma tributaria ocasionará una mayor pobreza y más desempleo en el Caribe al debilitar sectores estratégicos de su economía, limitar sus posibilidades de desarrollo y lesionar su competitividad.