Para los americanos que quieran llegar directo a la isla de San Andrés, desde Miami, ya no será necesario hacer escala en Bogotá, como hasta ahora. La aerolínea American Airlines se prepara para conectar una de las ciudades más turísticas de Estados Unidos, con uno de los destinos más atractivos de Colombia para los viajeros internacionales.
En menos de un mes, el 4 de diciembre, será el vuelo inaugural de American Airlines, del que será el séptimo destino a este país, en el que operan con 18 vuelos diarios.
Según lo previsto hasta el momento, los vuelos a San Andrés operarán con una frecuencia de dos veces por semana, transportando pasajeros en aeronaves tipo E175.
¿Por qué le han apostado a Colombia?
Durante 2020, el año de la pandemia, apostarle a mercados prometedores fue la opción que analizaron en la compañía, mientras el sector del transporte aéreo mundial recibía el golpe más fuerte y generalizado del que se tenga memoria.
Fue así como la compañía encontró en Colombia un escenario propicio para protagonizar grandes hitos, uno de los cuales, aún está por venir, para convertir así a American Airlines en la primera aerolínea estadounidense en volar directo a la isla, según confirmó José Freig, vicepresidente de operaciones de la aerolínea. “Los aviones de cuerpo año que utilizamos nos ha ayudado mucho a incrementar nuestra capacidad”.
En Colombia, tanto el turismo de vacunas que se intensificó el año pasado, a través del cual, cientos de colombianos fueron a Estados Unidos a aplicarse el biológico; como el transporte aéreo corporativo han ayudado a la reactivación de American Airlines que, sin embargo, no tardó tanto tiempo en la quietud, como en otros casos. “Aunque el turismo corporativo ha sido el que más ha tardado en recuperase, nosotros teníamos mucho contrato con empresas pequeñas y medianas en Colombia, ellas están volando”, sostuvo Freig.
Es así como, para la región en general, el crecimiento de la capacidad ha sido del 17%.
En la medida en que suba la demanda, por parte de los pasajeros, también las aerolíneas van aumentando su oferta. En el caso de Colombia, hacia Cartagena, que es uno de los destinos apetecidos, American Airlines puso una frecuencia más, según confirmaron los voceros que acompañaron a Freig: Christine Vall, directora general del área comercial, y José María Giraldo, líder para México, Centroamérica, Colombia y Ecuador.
“Una de las experiencias bonitas que hemos tenido en Colombia es Pereira. Iniciamos con dos frecuencias a la semana, hoy tenemos ya un vuelo diario. Llevamos y traemos viajeros al Eje Cafetero, a través de Pereira”, sostuvo Giraldo.
Entre tanto, Freig manifestó la baja en el tráfico de pasajeros, durante el momento crítico de la pandemia, solo duró un par de meses para American Airlines, pues poco a poco se fue normalizando, en parte, impulsado por el turismo doméstico.
“Tuvimos que tomar decisiones difíciles, pero hoy creemos que las reestructuraciones realizados nos han ayudado a ser más eficientes como aerolíneas, y los aprendizajes serán claves para el futuro”, expresó Freig.
La reactivación paulatina de la demanda se produjo de manera más rápida en México, principalmente en Cancún. “Como la gente estuvo trabajando en las casas, querían salir pronto. Donde vimos la mayor acogida fue en México”, indicó Valls.
Pero ahora, según confirmaron los voceros de American Airlines, el promedio de normalización es del 70%. Claro está, hay destinos ya operando al 100% de su capacidad, más no por un retorno -enteramente- del mercado, sino por menos vuelos. Es el caso de Cuba, por ejemplo, a donde volaban 6 veces al día y ahora solo tienen un vuelo a la semana, expresó Freig.
El reto de transformarse
Para American Airlines, el verdadero desafío no es solo aumentar la demanda de pasajeros. Los cambios que se vienen en la aviación les están llevando a moverse con rapidez. “La descarbonización de la industria es un tema que, como empresa, nos lo tomamos en serio”, dijo Freiga.
Puntualmente, agregó Valls, hemos hecho varias cosas. “Primero que todo, tenemos aviones nuevos, y es claro que, entre más nuevo más eficiente”. De igual manera, compraron ya 9 millones de galones de combustible para reducir las emisiones de CO2. También le apostaron a inversiones en aviones que van a volar vertical, algo que, si bien todavía se va a tardar en entrar en operación, serán tecnologías de alto impacto en todos los objetivos globales de proteger el hábitat de las generaciones futuras.