Luego de los ataques que promulgaron en algunas de las intervenciones de los accionistas en la asamblea de Sura, con los cuales se llegó inclusive a menciones de tipo personal, Jaime Gilinski, presidente del grupo empresarial que tiene la mayoría de las acciones en el conglomerado, tomó la palabra.
“No tengo dudas éticas de usted”, dijo, dirigiéndose a Gonzalo Pérez, presidente de Sura, y enfatizó en que su deber como inversionista es el que está cumpliendo: “Soy inversionista que hago mi análisis. Estoy convencido de que Sura es una gran empresa, por eso invertimos en ella”.
No obstante, agregó que si bien escucharon las explicaciones entregadas por Gonzalo Pérez, sobre la existencia de los tres contratos que motivaron la convocatoria de la asamblea, Gilinski, en representación del grupo empresarial, enfatizó que no entiende las razones por las cuales los asambleístas no están interesados en conocer los detalles de lo que pidieron, lo cual involucra mucho dinero (entre 3 y 4 billones de pesos). “Son obligaciones que nos pueden afectar a todos, si ocurren y esas situaciones ocurren cuando hay momentos malos”, lo que no está descartado en Colombia.
El líder del grupo empresarial Gilinski señaló que los mencionados contratos no fueron mostrados, pese a haber sido pactados en los últimos 20 años. “Como accionista mayoritario confío en ustedes, pero hago un llamado a que, en adelante, se le informe al mercado de cualquier tema que se considere material”, dijo Gilinski.
Polémica por propuesta de revisoría fiscal externa
En la asamblea se sometió a consideración de la asamblea la propuesta de contratar una revisoría fiscal externa con firmas como Deloitte o Price Waterhouse Cooper. No obstante, hubo otras intervenciones que señalaron que votarían en forma negativa, para lo cual dejaron constancia, pues el deber de decidir sobre una contratación, como la mencionada, no le corresponde a la asamblea sino a las directivas, para lo cual, citaron las normas de la Superintendencia de Sociedades.
En respuesta, uno de los abogados del grupo Gilinski salió al ruedo para expresar que, con la situación que se estaba presentando, de anuncio de voto negativo por una revisoría fiscal externa, se conducía a una votación mayoritaria negativa, pues, seguía primando el esquema de dominio de Argos y Nutresa (compañías que hacían parte del modelo de enroque del GEA), que entre los dos cuentan con el 51,38 % de la propiedad. “Con intervenciones que anunciaron de manera anticipada el voto negnativo, ya la propuesta de una revisoría fiscal externa iba para el hundimiento”, sostuvo el abogado.
Entre tanto, uno de los juristas de Argos, Maximiliano Londoño, también tomó la palabra en representación de la compañía, que es uno de los accionistas mayoritarios junto con Gilinski, para intentar resolver las diferencias entre las dos posiciones. Explicó que el conflicto está solo en el procedimiento, pues existe una junta y una firma de revisoría fiscal y, además, ya se viene haciendo una supervisión (de las directivas).
Pero, acto seguido, en defensa de los intereses de los accionistas, otra intervención expuso los argumentos, según los cuales, no tendría presentación que los supervisados estuvieran bloqueando la supervisión. El abogado participante sostuvo que vetar la auditoría fiscal no iba en contra de la idea de generar valor, como lo sostuvo Jaime Gilinski, cuando manifestó su intención con este conglomerado al que ingresó como máximo inversionista.
La discusión se disolvió cuando Jaime Gilinski dijo que retiraba la propuesta de contratar una revisoría fiscal externa.
*Gabriel Gilinski es accionista de Publicaciones SEMANA.