Pese a que el azúcar es uno de los insumos alimenticios más consumidos en el mundo, se ha convertido en el centro de la polémica debido a su asociación con problemas de salud como la obesidad y la diabetes. Esto, por supuesto, implica que las empresas dedicadas a su producción deben realizar ajustes para atender las necesidades de los consumidores.
Una de ellas es el Ingenio Providencia, firma que tiene 97 años de operaciones y que, en 2022, según las cifras de la Supersociedades facturó 1,27 billones de pesos, 37,7 por ciento más que en el año inmediatamente anterior. Su enfoque para hacer frente a la preocupación por el consumo excesivo de azúcar se centra en una campaña gremial que promueve el uso equilibrado y consciente de este alimento, al tiempo que han buscado diferenciar su producción.
Este fue el primer ingenio del país en producir azúcar orgánica, la cual ya representa 10 % de su producción y se destina principalmente para la exportación a mercados que están dispuestos a pagar por el sobreprecio que implica el cultivo sin químicos.
Si bien tanto en el país como en el mundo se ha bajado un poco la demanda por azúcar tradicional, esta no cae demasiado porque los sustitutos no han logrado tener el mismo after taste (sabor residual), el cual se refiere a las sensaciones gustativas que persisten en la boca después de haber probado o comido algo con azúcar normal. A eso se suman recientes alertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a los posibles efectos cancerígenos de los edulcorantes, en particular del aspartamo muy usado en las gaseosas light o en productos dirigidos a quienes quieren evitar las calorías del azúcar.
Además, en Providencia explican que las tendencias hacia la reducción del consumo de azúcar son más de los países desarrollados, pero que en continentes como África y Asia la demanda sigue creciendo.
Según el Grupo Internacional de Análisis de Mercados, Investigación y Consultoría, IMARC Group, el mercado mundial de azúcar alcanzó 189 millones de toneladas en 2022 y se espera que llegue a 217,2 millones de toneladas para el año 2028.
Precios altos
En Providencia explican que esa demanda creciente, sumada a un déficit estructural global y al impacto del clima, han hecho que los precios del azúcar suban. En particular, en el país, la producción ha estado afectada por 36 meses de lluvias. Las cifras del Dane indican que, hasta junio, de los 188 bienes y servicios que componen la canasta familiar, el azúcar era el número 23 en cuanto a alzas, pues registraba un aumento de su precio de 21,99% anual. No obstante, en solo el mes de junio registró una caída de 0,51%.
Las cifras de Asocaña, el gremio del sector que reúne a 12 ingenios, mostraban hasta abril una caída de la producción nacional de caña de azúcar del 10% anual, así como la de azúcar (-9,9%), y alcohol (-5,22%).
Providencia, que es propiedad de la Organización Ardila Lüllle y de los herederos de Modesto Cabal Galindo -su fundador- también está en el negocio de alcohol y es el único que lo produce extra neutro en el país, lo que implica que es más puro y que se puede usar en la industria farmacéutica y química. Según sus directivos, en 2023 la empresa ha logrado mantener su ritmo de crecimiento pese a la desaceleración de la economía, gracias a que se ha convertido en el único proveedor de algunos de sus clientes del exterior.
“Nuestra meta es salir de la venta de commodity para vender productos con valor agregado, si bien la demanda se puede resentir un poco, la ventaja es que el azúcar se necesita”, dice un vocero de esta compañía, cuya sede está en El Cerrito (Valle) y desde donde responde por 14% de la producción nacional.