En 2018 se concretó una de las movidas más importantes en el segmento de combustibles en Colombia. Primax, una firma de origen peruano y perteneciente al poderoso Grupo Romero, se quedó con las estaciones de la multinacional ExxonMobil en el país, en una operación cuyo valor superó los 230 millones de dólares. Inició así la historia en Colombia de esta marca tradicional en Perú y Ecuador.
La sorpresa es que la empresa logró el año pasado, a pesar de las vicisitudes originadas por la pandemia, dejar margen a sus accionistas.
De acuerdo con Yuri Proaño, presidente de Primax en el país, la utilidad neta fue de 23.000 millones de pesos y el ebitda llegó a 104.000 millones. La meta para esta vigencia es lograr un ebitda de 150.000 millones de pesos; 48 por ciento más.
Alcanzaron el objetivo gracias a un ajuste en sus costos y al constante ejercicio de innovación, dice. Por ejemplo, acaban de lanzar el que Proaño considera el mejor diésel que hoy se comercializa en Colombia, el Max Pro, que garantiza 25 por ciento menos de emisiones que el diésel tradicional y mucha eficiencia para el motor. Pronto ofrecerán una gasolina de marca propia.
La expansión continúa: el propósito es llegar a 1.000 estaciones de servicio antes de finalizar 2022 y superar el 23 por ciento de la participación en volumen de venta de gasolina que tienen hoy. También esperan completar su oferta en las estaciones de servicio con la llegada de sus tiendas de conveniencia bajo la marca Listo!
Otra estrategia de la firma fue la incursión en el mercado de combustibles para avión, en el que la empresa competidora, Terpel, tiene la mayor parte del negocio.
“Nosotros vinimos a Colombia con una apuesta de largo plazo. Primax llega para quedarse, y cuando ves el largo plazo tienes que considerar que la pandemia es un bache. Inicialmente nuestro plan es estratégico, a cinco años, y estamos avanzando en él”, explicó Proaño.El directivo observa un panorama muy positivo frente a la economía colombiana. “Vemos un país con una capacidad de crecimiento importante. El sector transporte ha avanzado en los últimos años. Activamos nuestros despachos de combustible para aviación. Todo lo que queda ahora es recuperación y crecimiento”, dijo.
De hecho, la ola de comercio electrónico ha mostrado un potencial importante para los combustibles por cuenta de los vehículos que atienden la última milla. Allí están no solo los camiones pequeños, sino también las motocicletas.
Actualmente, la firma cuenta con una red de 530 estaciones que tienen el sello y la marca Primax, y en el corto plazo se sumarán otras 300 que están en la transición. Durante 2021 y 2022 se incorporarán las suficientes para llegar a 1.000.“El año pasado fue desafiante. Afortunadamente, tenemos un equipo que se puso a trabajar y lo que no se podía hacer en ventas se hizo por la vía de la reestructuración en gastos, y eso explica los resultados de esa vigencia”, comentó. Esas medidas de ajuste lograron ahorros de casi 28.000 millones de pesos.
Sin embargo, hay dos desafíos. Uno, la reforma tributaria, que podría incluir más impuestos verdes. Proaño asegura que no importa lo que pase; la apuesta de la compañía por el país sigue siendo de largo plazo.
El otro reto es el de la transición y descarbonización de la matriz energética. El empresario ve que en cualquier momento será necesario ofrecer electrolineras, porque cada vez habrá más vehículos impulsados por energías alternativas.
La apuesta de Primax por Colombia está dando buenos resultados. Y todo indica que seguirá aumentando su participación en este competido segmento de los combustibles.